Un barco con refugiados rohinyá navega a la deriva frente a la costa de Indonesia

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Fotografía de archivo de un refugiado rohinyá tras llegar por barco a Indonesia. EFE/EPA/HOTLI SIMANJUNTAK

Yakarta, 19 oct – Un barco cargado con un número indeterminado de refugiados rohinyá, una etnia de mayoría musulmana perseguida en Birmania, navega este sábado a la deriva frente a la costa noroccidental de la isla de Sumatra.

En un comunicado conjunto, las oenegés SUAKA y Kontras Aceh urgieron a las autoridades a «realizar esfuerzos rápidos para rescatar el barco», donde se sospecha ya hay al menos un muerto.

«La ubicación del barco es actualmente incierta, pero se estima que se encuentra en las aguas cercanas al distrito de Aceh del Sur», en el norte de la isla, apunta el texto que pide a las autoridades «protección» para los pescadores que ayuden a los rohinyás, ya que pueden ser perseguidos por las leyes del país.

Según algunos medios indonesios, hasta 100 pasajeros, incluidos mujeres y niños, podrían viajar en el barco, que no se sabe si partió desde Birmania o de Bangladés, a donde muchos rohinyás huyeron en 2017 de la persecución de los militares birmanos.

Los rohinyás suelen embarcarse en peligrosas travesías entre noviembre y marzo, cuando las condiciones del mar son mejores en el golfo de Bengala y el mar de Andaman.

Desde hace años, los rohinyá, en su mayoría de religión musulmana, huyen de Birmania, un país de mayoría budista en el que sufren discriminaciones y abusos, y de Bangladés, donde más de un millón de esta minoría étnica viven hacinados en campos de refugiados.

ACNUR registró el pasado año la llegada de más de 2.300 refugiados rohinyá a las costas de Indonesia, un número mucho mayor que el de los últimos años.

El brutal operativo que el Ejército birmano lanzó en agosto de 2017 contra la población rohinyá en el norte del estado de Rakáin (Arakan) motivó el éxodo de más de 720.000 refugiados a la vecina Bangladés y le rindió a Birmania una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

EFE