«Harris prefiere perder antes que actuar en Gaza», afirma candidata del Partido Verde

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Fotografía de archivo de la candidata presidencial del Partido Verde de Estados Unidos, Jill Stein. EFE/EPA/Aaron Schwartz

Washington, 20 oct – La candidata presidencial del Partido Verde de Estados Unidos, Jill Stein, abandera en esta campaña el rechazo a la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza y sostiene que no hay ninguna diferencia entre votar por la vicepresidenta demócrata Kamala Harris o el expresidente republicano Donald Trump.

En un encuentro virtual con un reducido grupo de medios en español, entre ellos EFE, Stein defendió la utilidad de votar a su partido a pesar de que nunca ha logrado ganar en ningún estado, y arremetió contra quienes la critican por «robar» votos a los demócratas.

«Escuchamos mucho a los demócratas decir lo aterradores que son los republicanos, pero ellos son igualmente aterradores y opresores», declaró esta política y activista progresista de 74 años.

Para la candidata, lo que separa a Harris de Trump son solo «matices grises», pero ambos apoyan a la «maquinaria de guerra» estadounidense que, a su juicio, está llevando al mundo a la Tercera Guerra Mundial por la crisis en Oriente Medio.

Exige un embargo de armas a Israel

Cortar el envío de armas estadounidenses a Israel es la principal propuesta de campaña de Stein, una mujer judía que escogió como su compañero de fórmula para la vicepresidencia al activista musulmán Butch Ware.

El próximo 5 de noviembre, sus nombres figurarán en las papeletas de una treintena de estados del país, incluido Míchigan, un estado clave que tiene una gran población árabe y donde los demócratas temen que el apoyo de la Administración de Joe Biden a la guerra de Gaza les pase factura.

Al respecto, Stein señaló que la comunidad árabe y musulmana no votará a los demócratas porque «Kamala Harris y Joe Biden están matando a sus familiares».

«Si Kamala Harris iniciara ahora mismo un bloqueo de armas a Israel, recuperaría muchos de esos votos, pero prefiere perder las elecciones antes que detener el genocidio en Gaza. Ese es el problema», afirmó.

Niega robar votos de nadie

Con las encuestas tan ajustadas entre Harris y Trump, el Partido Demócrata teme que una tercera candidatura les haga perder apoyos y por ello lanzaron el primer anuncio de televisión en contra del Partido Verde en el que advierten de que «un voto para Stein es realmente un voto para Trump».

La candidata respondió que es un «motivo de orgullo» recibir la embestida de los demócratas y señaló que lo único que están logrando es hacerle publicidad al Partido Verde.

Stein ya se presentó en las elecciones de 2016 con unos modestos resultados de 1,4 millones de votos (el 1 % del total), pero para algunos demócratas propició la inesperada derrota de Hillary Clinton contra Trump.

Al respecto, la candidata criticó que los dos grandes partidos hayan creado «el mito de que tu voto les pertenece»: «Ellos no son los dueños de tu voto, se lo tienen que ganar».

Además, aseguró que la mayoría de votantes del Partido Verde provienen de la abstención y no de los partidos tradicionales.

«Nosotros no robamos votos, nosotros inspiramos votos», sentenció.

Legalizar la marihuana y quitar sanciones a Cuba y Venezuela

Stein argumentó que la mejor forma de ganarse la confianza de los votantes progresistas que temen un regreso de Trump al poder es difundir la agenda del Partido Verde, que incluye el acceso universal a la sanidad y el combate frontal a la crisis climática.

También defendió la legalización de la marihuana en todo el país y levantar las sanciones a Venezuela y Cuba para reducir el número de personas que huyen de esos países.

Prometió también cerrar los centros de detención de migrantes y ofrecer vías de regularización para los indocumentados, al tiempo que acusó a los demócratas de «tener la misma retórica contra los migrantes» que los republicanos.

«Nosotros somos la alternativa que la gente está buscando», reivindicó.

Según las encuestas, la candidatura de Stein ronda el 1 % en intención de voto y no lograría imponerse en ningún estado del país, de manera que cosecharía cero votos electorales.

Eduard Ribas i Admetlla

EFE