Un barco con 150 rohinyás permanece varado desde hace días frente a la costa de Indonesia

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Varios niños saludan este miércoles desde un barco con unos 150 rohinyás, una perseguida minoría birmana, que lleva varios días varado frente a las costas de la provincia de Aceh del sur en Indonesia. EFE/EPA/HOTLI SIMANJUNTAK

Yakarta, 23 de octubre de 2024.- Unos 150 rohinyás, una perseguida minoría birmana, continúan este miércoles varados en un barco de madera en las aguas frente a la costa noroccidental de Indonesia, donde llevan varios días, pues los vecinos no les dejan desembarcar aunque les suministran comida.

Varios vecinos del lugar se acercaron hoy en barcas para proveer de alimentos al grupo en el barco, que incluye a mujeres y niños, frente al puerto de Labuhan Haji, en la provincia de Aceh del Sur, según se puede observar en los vídeos de EPA-EFE.

La Policía indicó que no han podido desembarcar a los ocupantes del barco de madera para evitar controversias con las comunidades locales, que se niegan a acoger a los rohinyás, una etnia de mayoría musulmana, informó el medio indonesio Detik.

Tres rohinyás murieron en la travesía y otros seis han sido trasladados a un hospital debido a problemas de salud, mientras que tres indonesios han sido arrestados acusados de tráfico de personas, según la Policía.

El policía Ade Harianto explicó que, según las investigaciones, un barco partió de Cox Bazar en Bangladés, donde hay más de un millón de refugiados rohinyás, entre el 9 y 12 de octubre y, tras ser trasladados a otra embarcación, llegaron a aguas indonesias hacia el día 16.

La Agencia para los refugiados de la ONU (Acnur) pidió ayer en un comunicado a las autoridades indonesias que rescaten al «grupo desesperado» de rohinyás y les presten asistencia.

«Nuestra prioridad sigue siendo la seguridad y la salud de las personas a bordo, la mayoría de las cuales son mujeres y niños pequeños vulnerables», subrayó Acnur.

Desde hace años, los rohinyá huyen de Birmania, un país de mayoría budista en el que sufren discriminaciones y abusos, y de Bangladés, donde más de un millón de esta minoría étnica viven hacinados en campos de refugiados.

Los rohinyás suelen embarcarse en peligrosas travesías entre noviembre y marzo, cuando las condiciones del mar son mejores en el golfo de Bengala y el mar de Andaman.

Acnur registró el pasado año la llegada de más de 2.300 refugiados rohinyá a las costas de Indonesia, un número mucho mayor que el de los últimos años.

Estas llegadas, que al principio eran bien acogidas, han creado tensiones en Indonesia, un país no signatario de la convención de refugiados de la ONU.

En diciembre de 2023, cientos de manifestantes violentos forzaron la reubicación de un grupo de rohinyás que había llegado en barca unas semanas antes hasta el norte de Sumatra.

El brutal operativo que el Ejército birmano lanzó en agosto de 2017 contra la población rohinyá en el norte del estado de Rakáin (Arakan) motivó el éxodo de más de 720.000 refugiados a la vecina Bangladés y le rindió a Birmania una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya. EFE

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