Autoridades investigan asesinato de Mariana en Copacabana, Antioquia

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Foto archivo.

Antioquia, Colombia, 14 noviembre de 2024.- Mariana Ossa David, así fue identificada la joven de de 19 años, encontrada sin vida el pasado 8 de noviembre en un camino veredal de la vereda Quebrada Arriba, sector Los Rieles, en Copacabana, Antioquia. Según reportes de la comunidad, cerca de las 3:00 de la tarde un vehículo se detuvo y, tras reversar unos metros, aceleró rápidamente. Minutos después, un transeúnte encontró el cuerpo sin vida de Mariana, aparentemente abandonado desde el vehículo. La joven, que había recibido varios disparos, se convirtió en la víctima número 92 de homicidio de mujeres en Antioquia en lo que va del año.

Reporta el medio de comunicación Q’HUBO, Mariana, oriunda de Guarne, fue identificada por sus pertenencias encontradas junto a su cuerpo. Las autoridades llevaron el cuerpo a Medicina Legal en Medellín, donde se realizarán estudios para tratar de recabar más información que permita esclarecer las circunstancias de su muerte y el motivo detrás de este acto violento. Sin embargo, debido a lo solitario del área, no se han podido recoger testimonios sólidos que ofrezcan claridad sobre lo ocurrido.

El asesinato de Mariana ha causado una profunda conmoción en la región y reaviva la preocupación por la alarmante cifra de homicidios de mujeres en Antioquia. De acuerdo con datos de las autoridades, Antioquia ha registrado al menos 92 homicidios de mujeres entre enero y noviembre de 2024, de los cuales serían 29 feminicidios. Aunque la cifra refleja una ligera disminución respecto al mismo periodo del año anterior, la situación continúa siendo crítica y pone de relieve la vulnerabilidad de las mujeres frente a la violencia de género.

Otros homicidios recientes de mujeres en Antioquia

La muerte de Mariana no es un caso aislado. En los últimos días se han reportado otros homicidios de mujeres en Antioquia. El 2 de noviembre, María Fernanda Ortiz Zapata, de 25 años, fue hallada sin vida en la vereda Berracal del municipio de Guarne, también en circunstancias violentas. En Medellín, Miriam del Carmen Jaramillo Álvarez, de 75 años, fue asesinada en su hogar en el barrio Santa María de los Ángeles, un caso que igualmente ha causado repudio entre la ciudadanía. Otros incidentes incluyen el asesinato de Yenifer Yuliana Montoya Loaiza en el corregimiento Peñalisa de Salgar y el presunto feminicidio de Sara Monsalve Isaza, de 26 años, en un hecho que, según las primeras investigaciones, habría sido perpetrado por su pareja.

La violencia de género en Antioquia ha despertado gran preocupación entre defensores de derechos humanos y colectivos feministas, quienes señalan que estas cifras son solo la punta del iceberg de una problemática estructural en la región. Organizaciones sociales enfatizan que los esfuerzos de las autoridades no deben limitarse a capturar a los responsables, sino que deben promover políticas preventivas que protejan a las mujeres, y demandan medidas de justicia efectivas y con perspectiva de género que logren garantizar la seguridad de las mujeres en la región.

Un llamado a la acción: prevención y justicia en el centro del debate

El contexto de violencia hacia las mujeres en Antioquia ha generado un llamado urgente por parte de colectivos sociales, que exigen políticas integrales de seguridad y protección para las mujeres. Además de la identificación y captura de los responsables, insisten en la importancia de medidas preventivas que incluyan programas de sensibilización sobre violencia de género, así como la implementación de sistemas de protección que permitan reducir los riesgos y proteger a las mujeres en situación de vulnerabilidad.

La violencia de género en Antioquia es una realidad que exige mayor compromiso de todas las partes, desde las instituciones gubernamentales hasta la sociedad civil. Para las organizaciones feministas y de derechos humanos, es crucial que las autoridades adopten un enfoque de justicia restaurativa que brinde un entorno seguro y libre de violencia para las mujeres, promoviendo una respuesta efectiva que no solo busque hacer justicia en casos específicos, sino que prevenga y mitigue la repetición de estos crímenes.

La sociedad civil, en colaboración con organismos de derechos humanos, insiste en la necesidad de políticas que realmente generen impacto en la protección de las mujeres. Mientras las autoridades avanzan en sus investigaciones, el caso de Mariana y de otras mujeres que han perdido la vida en circunstancias violentas sigue recordando la urgente necesidad de una intervención efectiva y coordinada que frene esta tendencia.

A.U.