Pese a la restricción de parrillero, al aumento del pie de fuerza y a otras medidas que se tomaron en un consejo de seguridad en el que se evaluó la alteración del orden público en el municipio de Bello, norte del Valle de Aburrá, la muerte los burló a todos y cobró la vida de una persona más este lunes 25 de febrero en el barrio Niquía.
La víctima mortal fue identificada como Esteban Berrío Grisales, de 32 años, a quien apodaban Pecueca y quien se movilizaba en una motocicleta por la avenida 38 con la diagonal 59 cuando fue atacado a eso de las 2 de la tarde por sicarios motorizados que le dispararon sin mediar palabra.
“Pecueca estaba por allá abajo, no se sabe si venía de la bomba de gasolina, y se le pegaron los pachecos (integrantes de la banda Pachelly) y lo mataron. Y cogieron a Gogo, el chiquitico; se lo llevaron los pachecos. Otro se alcanzó a escapar, pero también le iban a dar. Están indignados los de Camacol”, dijo una fuente a Análisis Urbano.
Al parecer, un menor de edad, J. V. G., de 15 años aproximadamente y familiar de la víctima, fue secuestrado en esa acción criminal. Hasta el momento no se conoce el paradero del joven.
“La situación no es tan caótica como muchos dicen, pero sí debemos tomar medidas y esta es una de ellas”, dijo a RCN Radio el alcalde de Bello, César Suárez Mira, referente a la decisión de prohibir la circulación de motocicletas con parrillero. “He tomado la decisión de sacar un decreto que restringe el parrillero, no solo de hombres, también mujeres. No hemos establecido hasta cuándo. Vemos que la mayoría de los atentados y homicidios está relacionado con los parrilleros, quienes tienen la comodidad de cometer estos ilícitos”, añadió Suárez Mira.
Además, en el municipio se aumentó el número de policías y hay vigilancia y recorridos las 24 horas por parte de uniformados del Ejército Nacional.