Bangkok, 26 de noviembre de 2024.- Una poderosa guerrilla étnica que forma parte de una alianza que desde 2023 ha puesto contra las cuerdas a la junta militar en Birmania (Myanmar) ha anunciado que está dispuesta a «mantener reuniones y buscar soluciones» con el régimen castrense, que ofreció negociar una salida política al conflicto.
«El TNLA siempre está dispuesto a celebrar reuniones y discutir soluciones para resolver todos los problemas», apuntó el Ejército de Liberación Nacional Ta’ang (TNLA, en inglés), que controla una gran área del norte del estado Shan, limítrofe con China, tras varias victorias contra el Ejército, en un comunicado la noche del lunes.
En el mismo también agradecen a Pekín su mediación para tratar de estabilizar la frontera entre ambos países.
El anuncio se produce tras la reunión a comienzos de mes en Yunán, en el suroeste de China y limítrofe con Birmania, entre el primer ministro chino, Li Qiang, y el líder de la junta birmana, Min Aung Hlaing. Pekín ha abogado por una salida política al conflicto y busca el apoyo de Birmania a la hora de erradicar los centros de estafas cibernéticas instalados en la frontera.
El líder de la junta birmana ha invitado en dos ocasiones en los pasados meses a sus rivales a sentarse a negociar una salida política al conflicto, oferta hasta ahora rechazada por la mayoría de las guerrillas de minorías étnicas y prodemocráticas que combaten al Ejército.
La TNLA forma parte, junto al Ejército Arakán y el Ejército para la Alianza Democrática de Birmania (con vínculos con China), de la llamada Alianza de la Hermandad que lanzó en octubre de 2023 una ofensiva en la región de Shan que luego se extendió por varias zonas del país con el apoyo de otros grupos rebeldes.
La Alianza ha logrado arrebatar a los militares varias ciudades fronterizas con China y otras urbes claves para el comercio bilateral entre ambos países.
Tras la mediación de Pekín el pasado enero, la Alianza de la Hermandad y la junta alcanzaron un acuerdo de alto el fuego temporal, que los rebeldes dieron por concluido el 25 de junio al acusar a los militares de violar el pacto al bombardear zonas controladas por los rebeldes.
EL TNLA, que asegura contar con unos 10.000 efectivos, subraya en el texto de hoy que quiere el cese de los ataques aéreos de los militares contra el territorio que controlan.
El golpe de Estado militar del 1 de febrero de 2021 acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con miles de jóvenes uniéndose a grupos armados que combaten al Ejército.
EFE
