Irlanda: centroderecha bloquea la apuesta del Sinn Féin por el cambio político

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Una pareja llega este viernes a un colegio electoral en Dublín durante las elecciones generales de Irlanda, una de las más reñidas de los últimos tiempos. EFE/ Bryan Meade

Dublín, 30 noviembre de 2024.- El lento recuento de los votos de las reñidas elecciones irlandesas del viernes apunta a que el electorado ha apostado por la estabilidad del Gobierno de centroderecha, frente al cambio propuesto por el izquierdista Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA.

El cómputo de sufragios arrancó este sábado con los tres grandes partidos en situación de empate técnico, si bien el democristiano Fine Gael (FG) del primer ministro, Simon Harris y el centrista Fianna Fáil (FF) de Micheál Martin parten con ventaja para buscar pactos de gobernabilidad de nuevo entre ellos y/o con formaciones minoritarias.

Según un sondeo a pie de urna divulgado por varios medios al cierre de los colegios, el Sinn Féin (SF) de Mary Lou McDonald, líder de la oposición, obtuvo el 21,1 % de votos de primera preferencia, mientras que sus rivales alcanzaron el 20 % y el 19,5 %, respectivamente.

Este escenario recuerda al de los comicios de 2020, cuando los republicanos ya fueron los más votados, pero se quedaron a un escaño de Martin por la transferencia de sufragios que permite el complejo sistema electoral y McDonald no encontró apoyos en el espacio progresista para desbancar a las dos formaciones que se han repartido el poder durante casi un siglo.

Como entonces, ambos bloques deberán mirar hacia los partidos pequeños e independientes para construir una mayoría en un Dáil (cámara baja) compuesto por 174 escaños, en el que se adivinan más alternativas para el centroderecha que para la izquierda.

El centroderecha frena al Sinn Féin

Toda vez que FG y FF han descartado al SF como socio, la reedición de su histórica coalición podría incluir a progresistas moderados, como el Partido Laborista o a los Socialdemócratas, tras la caída de los verdes, sus socios en la anterior legislatura, castigados por impopularidad de sus propuestas medioambientales para la Irlanda rural.

A McDonald apenas le quedaría el apoyo de un puñado de independientes y del partido de la izquierda radical People Before Profit-Solidarity (PBP-S, La gente ante que los beneficios), que criticó hoy la estrategia de la republicana para pedir transferencias de votos desde su formación a candidatos progresistas.

Su líder, Richard Boyd Barrett, que obtiene en torno al 3 %, sostuvo que el SF tardó demasiado en ofrecer en campaña una «alternativa real» de gobierno ante el «evidente e histórico declive» de centristas y democristianos.

Recordó que, de cara al futuro, la izquierda irlandesa debe articular una posición conjunta para pelear en un nuevo panorama político en el que tres partidos compiten por el poder y dos de estos son prácticamente «indistinguibles».

McDonald, no obstante, ha reforzado su liderazgo pese a que llegó a estos comicios cuestionada por el bajón de un partido que superaba el 35 % de apoyo hace apenas dos años, antes de verse afectado por varios escándalos y por su ambigüedad respecto al repunte de la inmigración.

Desunión en la izquierda

De hecho, el citado sondeo indicaba que el 34 % de los votantes preferiría como próximo ‘taoiseach’ (primer ministro) a McDonald, frente al 35 % que apuesta por Martin y el 27 % por Simon, en línea con su caída de popularidad durante la campaña.

Asimismo, el 49 % optaría por otro Gobierno de centroderecha liderado por el FG y FF, frente al pobre 22 % que apoyaría una coalición progresista liderada por el SF en la que no entrasen ni Harris ni Martin, señal de la gran fragmentación de este espacio.

Aunque algunas proyecciones de resultados otorgan 36, 35 y 34 escaños al FF, SF y FG, respectivamente, los republicanos insistieron hoy en que harán todo lo posible para evitar la «pesadilla» de otro Ejecutivo entre centristas y conservadores.

Durante la campaña, democristianos y centristas destacaron la buena marcha de la economía y pidieron el voto para mantener la estabilidad financiera en un país próspero, pero afectado por una grave crisis de la vivienda, el deterioro de los servicios públicos y la inmigración.

Por su parte, el SF volvió a llevar esas problemáticas al centro de su programa para tratar de repetir el éxito electoral de hace cuatro años, al que sumó un plan para celebrar un referéndum sobre la reunificación de Irlanda antes de 2030.

Lo más probable, según los observadores, es que Martin y Harris volverán a coligarse, aunque su número de escaños determinará quién lidera las negociaciones y quién será el nuevo ‘taoiseach’, un cargo que podría volver a ser rotatorio.

El recuento de votos, que avanza lentamente por la complejidad del sistema electoral, seguirá durante mañana domingo, cuando se espera que se adjudicarán la mayoría de los escaños en el Dáil.

Javier Aja

EFE