Río de Janeiro, 3 dic (EFE).- Las autoridades brasileñas desplegaron este martes en Río de Janeiro una gran operación contra líderes del Comando Vermelho (CV), una de las bandas narcotraficantes más poderosas del país, con un balance parcial de diez detenidos, varios heridos y disturbios en la zona.
Las fuerzas de seguridad y supuestos traficantes del Comando Vermelho se enfrentaron a tiros en el complejo de favelas de la Penha, bastión del CV en la zona norte de la capital fluminense y donde aún se desarrolla el operativo, según informó la Policía Civil.
Supuestos miembros del Comando Vermelho montaron barricadas con neumáticos en llamas e incendiaron dos autobuses para dificultar el trabajo de los agentes y abrir una vía de escape para los objetivos de la operación, según imágenes divulgadas por emisoras locales.
Según el balance parcial, los agentes detuvieron a diez sospechosos en el marco de la operación, que deja hasta el momento cuatro heridos.
Allanaron también un centro de llamadas, gracias al cual los narcos recibían alertas e informaciones, y dos locales usados para refinar droga.
Además, decomisaron una cantidad indeterminada de drogas, mercancías robadas -entre ellas 15 vehículos-, piezas de fusil, cargadores, celulares y documentos, de acuerdo con la nota de la Policía Civil.
El objetivo de la acción es detener a algunos de los cabecillas de la facción, acusados de «ordenar el robo de vehículos y de cargas para financiar» las actividades ilícitas de la banda.
Según la investigación, ese dinero se destina para comprar armas y munición, y para mantener a las familias de los capos de la citada organización criminal que se encuentran en prisión.
Las autoridades sospechan que el conocido como ‘Complexo da Penha’ es desde donde parten las órdenes del grupo relacionadas con la expansión de sus territorios y las disputas con otros narcos.
De hecho, en la acción de este martes participan policías de los estados de Ceará (noreste) y Pará (norte), pues hay indicios de que algunos jefes del crimen organizado de esas regiones están escondidos en la Penha.
La operación generó impactos negativos en la población civil, como la suspensión de clases y el cierre temporal de ambulatorios.
«La lucha contra el crimen organizado no para», expresó el gobernador de Río, Cláudio Castro, al comentar en sus redes sociales el operativo.
La comisión de Defensa de los Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa de Río afirmó, sin embargo, que es «inadmisible» los impactos «profundos» que este tipo de acciones tienen en la población civil «más vulnerable».
«Reiteramos que la lucha contra la delincuencia debe alinearse con el respeto a las garantías constitucionales», señaló el organismo.
EFE