La Habana, 4 dic (EFE). – Millones de cubanos se encuentran este miércoles sin fluido eléctrico y su país en su mayor parte paralizado a raíz de un nuevo apagón nacional, el tercero en menos de dos meses, provocado por la salida de la principal termoeléctrica del país.
A pocas horas de concluir la jornada, el directivo de la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE), Félix Estrada, dijo a la televisión local que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) estaba generando 880 megavatios (MW) como parte del proceso gradual de restablecimiento del servicio tras el colapso total que dejó a oscuras al país la pasada madrugada.
Precisó que el SEN ya estaba enlazado desde la provincia Pinar del Río (extremo oeste) hasta Holguín (noreste), aunque quedaban por incorporar algunas de esa zona oriental.
En La Habana ya tenían servicio eléctrico el 50 % de los hogares (362.714 clientes) de 142 circuitos, incluidos hospitales y el abastecimiento de agua.
Entre las medidas anunciadas a primera hora de la jornada estuvieron la suspensión de las clases y las actividades laborales, aunque sin afectar “salarialmente a ningún trabajador”, tal y como lo anunció la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó.
El apagón afectó además el servicio de telefonía móvil en Cuba con más de la mitad del país con problemas (53 %), según difundió la estatal Empresa de Telecomunicaciones (Etecsa) en sus redes sociales. Las provincias más afectadas son Camagüey (63 %) en el oriente y La Habana (60 %).
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se mostró optimista con respecto a los trabajos de restablecimiento del servicio eléctrico y afirmó que este mismo miércoles «debe haber un buen avance» en la reconexión del SEN. Destacó además que los trabajadores del Minem y de la UNE “trabajan sin descanso”.
Horas antes, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, subrayó a la prensa estatal que la reconexión total será “relativamente más rápida” que la anterior, ya que en esta ocasión no se ha debido a un huracán y no hay que reparar postes, cables y transformadores.
Apagones en bucle
Cuba sufrió el primer apagón nacional de este año el 18 de octubre por otra avería en esa misma termoeléctrica y un segundo con el paso del huracán Rafael, el 6 de noviembre, con categoría 3 (de un máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson) por el occidente del país. En ambos casos costó días restablecer el servicio en toda la isla.
El país se encuentra sumido en una crisis energética desde hace años por la carencia de combustible -por la falta de divisas para importarlo- y por las frecuentes averías en sus obsoletas centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones.
La situación se ha agravado desde finales de agosto. En La Habana se habían normalizado ya los apagones diarios de cinco horas y en Santiago de Cuba, la segunda mayor ciudad del país, tan sólo se garantizaban cuatro horas de corriente al día. En las zonas rurales la situación es extremadamente precaria.
Este martes el país registró un récord de afectación máxima por déficit de generación eléctrica al alcanzar el 52 %, igualando la tasa del pasado 19 de noviembre. Esto significa que en el momento de mayor consumo, en la tarde-noche, el sistema no es capaz de satisfacer más de la mitad de la demanda.
Los frecuentes apagones lastran la economía, que ya se contrajo un 1,9 % en 2023. A mediados de noviembre, el ministro de Economía, Joaquín Alonso Vázquez, reconoció que el Producto Interno Bruto (PIB) tampoco crecerá este ejercicio.
Los expertos coinciden en que no hay soluciones sencillas. El consultor independiente Emilio Romero cifró en 10.000 millones de dólares la inversión necesaria para reflotar el SEN. El director general de electricidad del Minem, Lázaro Guerra, aseguró en una entrevista a EFE que esa cantidad no era “disparatada”, pero no aportó cifras propias.
Los cortes eléctricos también han atizado el descontento social, visible en el aumento de las protestas y en la inédita ola migratoria de los últimos años.
La ONG Justicia 11J ha contabilizado unas 70 protestas a raíz de los dos recientes apagones nacionales. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó de indecencia y «vandalismo» a quienes protestaron por los cortes eléctricos y se anunciaron varias detenciones.
Los expertos consideran además los apagones como los catalizadores de protestas antigubernamentales, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.
EFE