Guayaquil (Ecuador), 10 de diciembre de 2024.- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó este martes el despliegue de más de 2.000 militares en la provincia costera de El Oro (sur), fronteriza con Perú, para hacer frente a las bandas del crimen organizado que han provocado recientes masacres y otros delitos en la zona.

«Nos hemos convertido en la principal amenaza para los criminales, porque no estamos dispuestos a negociar con los narcoterroristas ni con los corruptos», dijo Noboa durante el acto de presentación de los refuerzos militares, quienes también recibieron 50 vehículos blindados para realizar las operaciones en toda la provincia.

El Oro, situada en la costa sur de Ecuador, es una de las provincias que sufre en mayor medida el auge de la criminalidad, especialmente la ligada al narcotráfico, y es parte del último estado de excepción que recientemente prorrogó Noboa como parte del «conflicto armado interno» que declaró a inicios de 2024 para combatir a las bandas criminales.

Una de las últimas masacres se produjo el 1 de diciembre, cuando diez personas fueron asesinadas en el cantón (municipio) de El Guabo, cerca de Machala, la capital provincial.

De forma preliminar, la Policía indicó que se trataría de un ataque planificado contra víctimas seleccionadas. Varias de ellas tenían antecedentes judiciales por robo, asesinatos o delitos relacionados con drogas.

Días después, el 5 de diciembre, el director de la cárcel de El Oro y un funcionario de transporte «fueron víctimas de un atentado criminal» y resultaron heridos, según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), la institución del Estado a cargo de las cárceles ecuatorianas.

«Machala y toda la provincia de El Oro no están solas. Desplegaremos todos los recursos de seguridad para desbaratar a las bandas terroristas», agregó el presidente Noboa.

Por su parte, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, explicó que el nuevo personal permitirá «optimizar las operaciones militares» en la provincia por medio de tres ejes de trabajo.

El primero está relacionado con las operaciones de control de armas, municiones y explosivos en las principales ciudades y áreas más concurridas en la provincia. En segundo lugar, los militares reforzarán el control de las principales rutas de entrada y salida de cada uno de los municipios «a fin de impedir la libre circulación de la delincuencia organizada», señaló.

Y también se encargarán de analizar las áreas «más críticas» de la provincia «a fin de neutralizar las acciones delictivas del crimen organizado», agregó.

Ecuador se situó en 2023 como el primer país de Latinoamérica en homicidios per cápita, con una tasa de 47,2 por cada 100.000 habitantes, una violencia que ha sido atribuida a la acción de grupos criminales, principalmente dedicados al narcotráfico, aunque también a la extracción ilegal de minerales y otros delitos como la extorsión y el secuestro.

Desde inicios de 2024, Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno», con lo que pasó a catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos terroristas y emitió una serie de estados de excepción con acciones como la militarización de las cárceles controladas por las estructuras criminales.

Si bien el Gobierno reporta una disminución del 17 % en el número de homicidios a nivel nacional, las denuncias de extorsiones, secuestros y asesinatos por parte de las bandas criminales se siguen sucediendo en el país.

EFE

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