Antioquia, Colombia, 19 enero de 2025.- Un ataque sicarial en el barrio Emilio Botero del municipio de Marinilla, Antioquia, dejó como saldo la muerte de Carlos Mario Herrera Quiroz, de 32 años. El hecho ocurrió el pasado viernes 17 de enero a las 4:40 p. m., cuando la víctima fue interceptada y atacada con múltiples disparos mientras se encontraba en vía pública.

Herrera Quiroz, originario del municipio de Bolívar, Antioquia, presentaba heridas de bala en varias partes del cuerpo y fue hallado sin signos vitales por las autoridades. Según testigos, el atacante lo habría seguido y disparado repetidamente antes de huir del lugar en una motocicleta roja.

Investigación en curso y medidas de seguridad

La Seccional de Investigación Criminal (Sijin) ha iniciado las indagaciones para determinar las causas del homicidio y localizar al responsable. Como parte del operativo, se activó un plan candado en coordinación con municipios aledaños. Además, se están llevando a cabo registros, verificación de antecedentes y controles en puntos estratégicos, en colaboración con la Policía Nacional, la Secretaría de Tránsito y el Ejército.

Asimismo, las autoridades locales convocaron un nuevo consejo de seguridad para analizar este y otros casos de violencia en el Oriente antioqueño, una región que enfrenta un preocupante incremento en los homicidios en lo que va del 2025. No obstante, es importante señalar que, hasta la fecha, los consejos de seguridad realizados en el Oriente antioqueño no han logrado cumplir con su objetivo principal: garantizar la seguridad para las comunidades.

Panorama de violencia en el Oriente antioqueño

El Oriente antioqueño ha registrado un aumento preocupante en los casos de muertes violentas, pasando de 200 homicidios en 2023 a 208 en 2024, lo que representa un incremento del 4%. Esta escalada significativa ha sido especialmente notable en zonas donde persisten fenómenos de violencia asociados a la fuerte presencia de estructuras armadas ilegales. Al comparar los datos de 2024 con lo registrado en lo que va de 2025, la situación se torna aún más alarmante, reflejando un deterioro progresivo en la seguridad de la región.

Hasta el 17 de febrero de 2025, los casos de muertes violentas en el Oriente antioqueño se han duplicado, pasando de cinco en todo el año 2024 a diez en menos de dos meses del presente año. Este incremento del 100% no solo refleja un marcado deterioro en la seguridad de la región, sino que también demanda una respuesta urgente y efectiva por parte de las autoridades para abordar las causas subyacentes de esta violencia y revertir esta preocupante tendencia.

En Marinilla, específicamente, se documentaron 24 homicidios en 2023, una cifra que se redujo a 16 en 2024, lo que representó una disminución del 33.3%. Sin embargo, este alivio fue efímero, ya que, hasta el 17 de enero de 2025, se registraron tres muertes violentas. Esto implica un incremento superior al 100% en comparación con el mismo periodo del año anterior, situando a Marinilla en un panorama alarmante dentro de una región con dinámicas de violencia particularmente complejas.

A.U.

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