Marjayoun (Líbano), 23 de enero de 2025.- El general español Aroldo Lázaro, comandante de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), defiende, en una entrevista con EFE, la necesidad de mejorar la eficacia de la misión en el nuevo contexto de cese de las hostilidades entre el grupo chií libanés Hizbulá y el Ejército israelí y, para ello, reclama más libertad de movimiento de los cascos azules.
Lázaro, que desde hace casi tres años está al mando de más de 10.200 militares de 48 países, asegura que la misión no se plantea incrementar el número de efectivos pero sí el de capacidades materiales con el objetivo de adaptarse a la actual situación.
El próximo domingo expira el acuerdo de alto el fuego que el pasado 27 de noviembre puso fin a más de dos meses de enfrentamientos y, según el cual, Israel se retira de las áreas que ocupó durante su ofensiva en el sur libanés y el Ejército libanés se despliega en la zona ocupada por los milicianos del grupo chií.
Pregunta .- ¿Cómo va el proceso de toma de control total por parte de la FINUL y el ejército libanés en la zona pactada?
Respuesta.- FINUL está apoyando este cese de hostilidades, apoyando a las partes para conseguir el objetivo que no es otro que volver a una estabilidad y que las Fuerzas Armadas libanesas se desplieguen en aquellas zonas en las que el Ejército israelí se ha replegado a su territorio, a su país.
FINUL está envuelto en ese proceso dentro de un mecanismo establecido que lideran Estados Unidos y Francia. Y estamos trabajando con todo nuestro esfuerzo para lograr ese empeño.
P.- ¿Se puede decir que ese proceso va bien, según lo previsto?
R.- Va según lo previsto. El tiempo que queda es corto y el objetivo es exigente. Queremos que ocurra lo que estaba establecido desde un principio y es que el día 26 se haya conseguido alcanzar ese fin deseado que es el repliegue de las Fuerzas Armadas israelíes y el despliegue de las libanesas para controlar toda la zona del sur.
P.- ¿Cómo ha cambiado la misión tras la firma del acuerdo?
R.- Desde el inicio de la crisis, la misión ha ido adaptándose continuamente en los distintos estadios. Ahora estamos en el cese de hostilidades y la misión está trabajando para incrementar sus capacidades y mejorar también la forma de prestar el servicio según el acuerdo, la resolución 1701 de Naciones Unidas y el mandato.
P.- ¿Cómo se están preparando para este final del acuerdo?
R.- Estamos siguiendo con nuestras actividades, retomando lo que veníamos haciendo, trabajando para mejorar la forma en la que estamos haciendo nuestras tareas, que son monitorizar, reportar, apoyar a las Fuerzas Armadas libanesas y servir de mecanismo de enlace y coordinación entre las dos partes para alcanzar la estabilidad ahora en este periodo y más adelante una paz duradera.
P.- Desde la entrada en vigor del acuerdo, ¿en qué medida se han reducido los incidentes? ¿De qué tipo son los que se registran ahora?
R.- Los movimientos se han reducido bastante. También se ha reducido la tensión, la confrontación entre las partes. Sigue habiendo acciones por parte del ejército israelí de destrucción y demolición de infraestructuras en algunas zonas del sur, pero esa confrontación que había anteriormente a la implementación del acuerdo se ha reducido enormemente.
P.- La aplicación de la resolución de Naciones Unidas 1701 y la supervisión por parte de la FINUL de su ejecución no evitó el conflicto actual. ¿Qué se va a hacer ahora de forma distinta para que funcione? ¿Van a ser más estrictos con Hizbulá?
R.- El objetivo y el intento de FINUL es mejorar su eficacia y adaptarla al nuevo contexto. Y eso va en la línea de incrementar las capacidades materiales en algunos sentidos y, por otro lado, adaptar la forma en la que se pueden llevar a cabo nuestras acciones con una capacidad de ejecución adecuada a la situación en la que estamos.
P.- En su reciente visita a Líbano, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dio a entender que se podrían implementar cambios en la forma de operar de las tropas para adaptarse a esta nueva realidad. ¿Cuáles podrían estar encima de la mesa?
R.- Esa adaptación en la forma de actuación está relacionada con la libertad de movimientos completa que debe tener FINUL, con la capacidad del acceso a los sitios de interés para poder monitorizar y poder hacer que las partes cumplan su responsabilidad con la resolución. Y en ese sentido es en lo que vamos a ir trabajando.
P.- ¿Además de las capacidades, se ha planteado que UNIFIL incremente sus efectivos?
R.- No es necesario considerar e incrementar el número de efectivos de tropa. Lo que sí es y reitero lo dicho anteriormente, el mejorar, ampliar y adquirir esas capacidades necesarias para poder monitorizar mejor, para poder apoyar mejor a las Fuerzas Armadas libanesas, para tener acceso a todas las formas en las que llevar a cabo el apoyo a la implementación de la resolución del Consejo de Seguridad.
Quisiera recalcar que la completa implementación de la resolución es responsabilidad de Israel y de Líbano.
P.- ¿Qué restricciones de movimientos hay todavía debido a la presencia de Israel en algunos puntos? ¿Ve realista volver a tener acceso a ellos?
R.- Restricciones de movimiento estamos teniendo en algunos casos debido a la situación en la que nos encontramos. Debemos tener libertad de acceso en toda nuestra área de operaciones, porque así se exige en el mandato y tendremos que ir recuperando al máximo esa capacidad de actuación, esa capacidad de movimiento para poder conseguir el cumplimiento de lo mandado.
P.- ¿Está preparado el Ejército libanés para llevar a cabo el despliegue acordado?
R.- El Ejército libanés ahora tiene el propósito y, en ello está trabajando, de incrementar el número de tropa y la capacidad de sus unidades. Necesita el apoyo de la comunidad internacional para tener más capacidad, más personal, mejor entrenado y poder prestar el servicio necesario a su país.
Teresa Díaz
EFE