Antioquia, Colombia, 28 enero de 2025.- José Mercedes Tineo Villarroel, señalado como presunto responsable del homicidio de Martha Inés Chávez, una reconocida comerciante de Necoclí, fue asesinado en zona rural de este municipio.
El cuerpo de Tineo Villarroel fue hallado en el sector conocido como La Y, cerca del aeropuerto de Necoclí, con múltiples impactos de arma de fuego. Según el informe del Centro de Analítica de Seguridad, Convivencia y Derechos Humanos, la inspección al cadáver se realizó el 26 de enero a las 08:00 horas en el kilómetro 5 de la vía que conduce de Necoclí a Montería. La víctima, de 42 años, presentaba tres impactos de bala en la cabeza.
Las autoridades investigan si este crimen está relacionado con un ajuste de cuentas o con los casos previos en los que Tineo Villarroel era mencionado. Además de estar implicado en el asesinato de la comerciante Martha Inés Chávez, el hombre era buscado por las autoridades venezolanas por la desaparición de la odontóloga María Catalina Rivas Espinoza y su hija, quienes llevan siete meses desaparecidas en la isla de Margarita.
Las investigaciones siguen en curso para esclarecer los móviles del homicidio y determinar si guarda relación con los crímenes que se le atribuían a la víctima.
Urabá y Necoclí: una reducción sostenida en los homicidios
En los últimos años, la subregión de Urabá ha mostrado una significativa reducción en los hechos violentos, especialmente en los homicidios. Comparando los datos de 2023 con los de 2024, se evidencia una disminución notable, pasando de 186 casos a 103. Esta reducción ha permitido que la tasa de homicidios descienda a 19 casos por cada 100.000 habitantes, lo que representa un alivio considerable en términos de seguridad para la región.
En el municipio de Necoclí, la tendencia también ha sido positiva. Durante 2023, se registraron nueve homicidios, mientras que en 2024 la cifra bajó a siete, situando la tasa de homicidios en 15,4 por cada 100.000 habitantes. En lo que va del 2025, los índices de homicidios en Necoclí se han mantenido estables, registrando el mismo número de muertes violentas que en el mismo período del año anterior.
Este descenso en los niveles de violencia en Urabá sugiere que las estrategias de seguridad implementadas están comenzando a dar resultados. Sin embargo, es fundamental mantener la vigilancia y reforzar las políticas que promuevan la paz y la seguridad ciudadana en la región. La estabilidad en Necoclí, a pesar de su pequeño tamaño, indica que en algunos puntos la calma está empezando a prevalecer sobre el conflicto.
A.U.