Yakarta, 31 ene – El Gobierno de Indonesia anunció este viernes que aportará 46 millones de dólares, procedentes de las donaciones obligatorias que hacen los ciudadanos musulmanes del país, para la reconstrucción de Gaza, que quedó devastada tras quince meses de ataques israelíes.

En un comunicado, la agencia gubernamental Baznas, que recolecta las donaciones conocidas como ‘zakat’, explicó su objetivo de destinar este dinero para construir hospitales, escuelas y mezquitas en la Franja de Gaza, tras el cese de las hostilidades entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás.

«Si Dios quiere, con el alto el fuego, llevaremos a cabo la rehabilitación y la reconstrucción en Gaza. Esperamos que este alto el fuego pueda durar, de modo que sea fácil reconstruir (el enclave)», dijo el director de Baznas, Nadratuzzaman Hosen, quien apeló a «la solidaridad del mundo islámico».

Hosen remarcó que hay necesidades urgentes en la Franja, como el suministro de agua y alimentos, que están siendo aliviadas por la solidaridad internacional, como con los 45 camiones de ayuda humanitaria que Baznas logró ingresar esta semana en Gaza a través de Rafah, Egipto.

«Continuaremos haciendo el trabajo de Baznas para Palestina, porque el mandato de los fondos ya existe, por lo que debemos distribuirlos. Queremos asegurarnos de que la ayuda sea correcta y tenga éxito, somos muy cuidadosos con eso», sostuvo.

El Gobierno indonesio también prevé proporcionar asistencia educativa en forma de programas de becas para estudiantes palestinos que quieran continuar su educación en el país del Sudeste Asiático, donde vive la mayor población de musulmanes en el mundo.

Este anuncio se produce dos días después de que Malasia comunicase su decisión de financiar la construcción de una escuela, un hospital y una mezquita en la franja, luego de las hostilidades que dejaron cerca de 46.700 muertos y una destrucción generalizada.

También tiene lugar un día después de la entrada en vigor de la leyes que prohíben a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en Israel, mientras el futuro de sus trabajadores de Gaza y Cisjordania ocupada sigue siendo una incógnita.

Malasia e Indonesia, ambos países de mayoría musulmana, mantuvieron desde el inicio del conflicto una posición crítica con Israel, sobre todo el Gobierno de Kuala Lumpur, que defendió mantener el contacto y las reuniones con Hamás.

EFE

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