París, 3 feb – El defensor de las ballenas Paul Watson recibió este lunes en persona la ciudadanía de honor de París, la más alta distinción de la capital francesa, de las manos de su alcaldesa, Anne Hidalgo, por su lucha en defensa de los cetáceos.
El pasado 10 de diciembre ya obtuvo ese reconocimiento, votado por unanimidad el pleno del Ayuntamiento parisino, pero Watson no lo pudo recoger al encontrarse detenido en Groenlandia debido a una petición de extradición de Japón, por supuestamente haber herido en 2010 a un marinero nipón en Nuuk cuando cazaba ballenas. Finalmente fue liberado por la justicia danesa el 17 de diciembre.
Tras asegurar sentirse «profundamente honorado», Watson pidió a los asistentes a esta ceremonia en el Ayuntamiento de París «alzarse» y tomar la «estrategia de la agresividad no violenta», basada en «intervenir de forma agresiva para cambiar las cosas sin hacer daño a nadie», según sus palabras. «Se trata de hacer posible lo imposible», insistió.
Con sus acciones, «en 50 años no ha habido un solo herido», defendió el también cofundador de las ONG Greenpeace y Sea Shepherd. «Siempre hemos trabajado en el marco de la ley. A pesar de que he pasado seis meses en prisión nunca he sido condenado por ningún delito», prosiguió.
Watson, de 74 años, puso como ejemplo a seguir el caso de Nelson Mandela, que tras ser encarcelado por luchar contra el apartheid logró convertirse en presidente de Sudáfrica y en un símbolo por los derechos humanos.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, remarcó que esta distinción es «importante» porque «forma parte de la acción internacional de la ciudad de París».
Una acción «decisiva», pues aseguró que el 3 de octubre de 2019, con esa misma distinción a Lula Da Silva, actual presidente del Brasil, se logró su liberación, tras estar encarcelado 580 días en una condena por corrupción que más tarde fue anulada y calificada como «error histórico» por el propio Supremo Tribunal Federal de Brasil.
«Necesitamos justicia climática e internacional, es extremadamente importante porque ante nosotros hay todos aquellos que no quieren ninguna regulación, ningún derecho que proteja a las especies y los territorios», pidió Hidalgo, que condenó «la aplicación de la ley del más fuerte».
Watson quiso remarcar la importancia del equilibrio del ecosistema, asegurando que para «sobrevivir» hay que «vivir en armonía» con todas las especies naturales que existen en el planeta, pues entre ellas hay «interdependencia» y los recursos son finitos. Romper esas reglas naturales, afirmó, puede llevar a la humanidad al «colapso ecológico» y conllevar un «muy mal futuro para nuestros hijos».
Hidalgo también insistió en que se le de la nacionalidad francesa a Watson e interpeló directamente al presidente Emmanuel Macron, a quien el activista solicitó hace meses ese reconocimiento, sin resultado por el momento.
Watson, nacido en Canadá, reside durante parte del año en Francia, el país donde se casó por cuarta vez en 2015, y tiene tres hijos franceses.
EFE