Roma, 10 de febrero de 2025.- La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró este lunes que algunos «jefes mafiosos han arremetido» contra ella por mantener el 41 bis, el severo régimen de aislamiento penitenciario existente en Italia, lo que, señaló, significa que su Gobierno va «por el buen camino».
«He leído las interceptaciones publicadas por (el diario italiano) ‘La Repubblica’, en las que algunos jefes arremeten contra mí y contra el Gobierno italiano por no haber aflojado la prisión dura para los mafiosos. Es una confirmación más de que vamos por el buen camino», escribió Meloni en sus redes sociales.
La primera ministra italiana se refería a un artículo publicado este lunes por ese periódico, en el que se recogen algunas interceptaciones telefónicas policiales relacionadas con la investigación de un clan mafioso, cuyos jefes la insultan por no relajar el 41 bis tras la detención de Matteo Messina Denaro, jefe de Cosa Nostra.
Messina Denaro, considerado el último padrino de la mafia siciliana, fue detenido en enero de 2023 y pasó ocho meses en prisión antes de morir de un cáncer.
«Nuestro compromiso en la lucha contra la mafia es total. El 41 bis y la cadena perpetua siguen siendo piedras angulares esenciales», aseguró Meloni, antes de añadir: «No cederemos ante el crimen organizado mientras gobernemos Italia».
Antes de las declaraciones de Meloni, la líder del grupo Hermanos de Italia (que preside Meloni) en la comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, Carolina Varchi, explicó que «un jefe del crimen organizado fue interceptado mientras arremetía contra la primera ministra porque siempre ha defendido la legislación antimafia y el 41 bis en particular».
«De hecho, unas semanas después de esa interceptación, la primera medida que aprobamos en materia de justicia fue la salvaguarda de la cadena perpetua. Una elección que indigna a los mafiosos pero que nos enorgullece a los sicilianos y a toda la nación», añadió Varchi.
El 41 bis, que se empezó a aplicar tras los mortales atentados en 1992 contra los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en Sicilia, impone unas condiciones sumamante estrictas que dividen a quienes son partidarios de «aislar» a los capos mafiosos y quienes lo califican de violación de los derechos humanos.
EFE