Moscú, 16 febrero de 2025.- Una marea humana, como las que reunía Alexéi Navalni en sus famosas protestas antigubernamentales, desafió este domingo el miedo para rendir un tributo público a su héroe, de cuya muerte en prisión se cumple hoy exactamente un año.
«Para mi Navalni es un héroe. Y un verdadero patriota», dijo a EFE Antón, de 25 años, a la salida del cementerio Borísovskoe, uno de los más antiguos de la capital rusa, donde yacen los restos del político ruso.
Duelo personal
Antón se muestra convencido de que la causa de Navalni pervivirá, pero se entristece porque «el mal se ha hecho un poco más fuerte» tras su muerte.
A la vez, el joven insiste en que el opositor «fue asesinado» y no murió por causas naturales, como sostiene la versión oficial.
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«Pero por muy fuerte que sea el mal, no le va a ganar al bien, lo sabemos muy bien», asegura visiblemente emocionado.
En el Borísovskoe hoy se pudo ver a personas de distintas edades, mayores, jóvenes y familias con niños.
Conforme avanzaba la jornada, aumentaba la cantidad de los moscovitas que se acercaban al camposanto, de tal manera que muchos tuvieron que aguantar una larga espera en el frío para poder finalmente acercarse a la tumba de su ídolo.
«Es una pérdida irreparable. Ojalá tuviera un hijo como él», dijo a EFE un pensionista a la salida de cementerio.
Flores y mensajes para Navalni
Desde las primeras horas de la mañana, la tumba del político comenzó a cubrirse de flores y mensajes de sus seguidores.
«Yo no tengo miedo y vosotros tampoco lo tengáis», rezaba un cartel al lado de la foto de Navalni, en alusión a una frase que decía a menudo el político, que se labró la fama del mayor enemigo del Kremlin por sus investigaciones sobre la corrupción en las altas esferas del poder.
Otros mensajes dejados por sus seguidores decían «El tiempo no cura las heridas, te echamos de menos», «Su corazón latía por todos nosotros», «Nosotros correremos tu maratón».
Los homenajes a la memoria del opositor también tuvieron lugar hoy en decenas de otras ciudades rusas, así como algunas capitales mundiales.
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Allá donde no se pudieron organizar concentraciones por temor a represalias, los seguidores de Navalni optaron por llevar flores y velas a los monumentos a las víctimas de las represiones políticas en la URSS.
Un año de dolor
El fallecimiento de Navalni a los 47 años de edad en una prisión ártica sigue siendo un trauma para sus adeptos, que lo veían como la única figura capaz de liderar los cambios democráticos en Rusia.
«El dolor que sentimos nos ha hecho más fuertes y este año ha demostrado que somos más fuertes de lo que pensamos», señaló la viuda del opositor, Yulia Naválnaya, en un vídeo difundido este domingo.
Naválnaya aseguró que incluso después de su muerte Navalni continúa su lucha contra el Kremlin, ya que sus ideas viven y sus discursos son citados por políticos mundiales y famosos.
«Siento lo mismo que hace un año. Es como si el tiempo no hubiera pasado. No sé cuándo haré las paces con eso», dijo hoy a EFE entre lágrimas una mujer de mediana edad, que prefirió no dar su nombre.
Mientras, una muchacha de 17 años reconoce a la salida del cementerio Borísovskoe que Navalni era un ejemplo para su generación, una persona de la que estaban «orgullosos» y a la que querían parecerse muchos jóvenes.
La familia no tiene dudas
Un año después de la muerte del destacado opositor, su familia, la oposición y las cancillerías occidentales siguen acusando al presidente ruso, Vladímir Putin, de estar detrás de lo ocurrido el 16 de febrero de 2024 en la penitenciaría IK-3 de la localidad ártica de Jarp (distrito autónomo Yamalo-Nénets).
La versión oficial hecha pública en agosto pasado es que Navalni -que había sido trasladado dos meses antes al Ártico- murió por causas naturales, debido a una arritmia. Otros aseguran que las largas estancias en celdas de castigo es lo que acabó con la vida del opositor.
En su defensa, Putin asegura que autorizó el canje de su mayor adversario, pero que éste falleció repentinamente entre rejas antes de que se consumara el intercambio.
Pero la familia no tiene dudas. «Sabemos quién encargó (el asesinato), pero queremos saber también quién lo ejecutó», dijo hoy a periodistas la madre del fallecido opositor, Liudmila Naválnaya.
EFE