Washington, 21 feb – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este viernes que «no va a forzar» sus planes para la Franja de Gaza, aunque insistió en «sacar» a los palestinos.
«Creo que es un plan que realmente funciona, pero no voy a forzarlo. Solo voy a sentarme y a recomendarlo. Estados Unidos sería dueño del sitio, no habría Hamás y habría desarrollo. Se empezaría de nuevo», dijo Trump en una entrevista en la cadena Fox News.
Hace unas semanas el presidente declaró que, a su juicio, Estados Unidos debía ocuparse de la reconstrucción de Gaza, con la reubicación de los gazatíes en países como Egipto o Jordania.
El magnate neoyorquino apuntó que «otra manera de hacerlo», aunque descartó la posibilidad de que esta funcionara, sería que los palestinos siguieran en su tierra.
«Hamás estaría allí, supongo, dependiendo de lo que pase en este tiempo. Pero la pregunta es, ¿Puedes aniquilarlos a todos? Están muy dispersos entre la gente, y no es algo fácil de hacer», comentó el presidente sobre esta otra opción.
Y siguió con su idea: «Me gusta mi plan. Pensé que mi plan era bueno. Los sacas, los mueves, construyes una comunidad hermosa y permanente, y luego tomas el sitio».
Para Trump, ahora «no hay mucho que hacer (en Gaza) más allá de quitar los escombros»: «Realmente ese lugar no es habitable», aseguró.
«Si les dieras a las personas la opción entre eso y vivir en una buena comunidad (en otro país), creo que sé a dónde irían, pero veremos qué pasa. Pensé que era genial, porque la ubicación es, ya sabes, es una gran ubicación», añadió.
Preguntado sobre la postura del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump dijo que «debe tomar una decisión»: «¿Me preocupo por los más de 30 rehenes que pueden estar vivos, o termino con una organización terrorista que está tratando de destruirte?», le planteó.
«Simplemente te preguntas en qué condición están los rehenes que tienen. Un grupo llegó tan mal. Parecía un campo de concentración en Alemania», siguió.
El proyecto de Trump para Gaza no fue bien recibido por la comunidad internacional, a excepción de Hungría e Israel, numerosas organizaciones de derechos humanos le acusaron de querer llevar una limpieza étnica y Naciones Unidas le recordó que «toda deportación está prohibida».
EFE