Jerusalén, 26 feb – El israelí Yarden Bibas hizo este miércoles un emotivo discurso en el entierro de sus dos hijos y de su mujer, muertos en Gaza tras haber sido capturados por Hamás en sus casas en octubre de 2023, en el que le pidió a su hijo mayor, Ariel de 4 años, que le perdone por no haberle salvado.
«Ariel, espero que no estés enfadado conmigo por no protegerte adecuadamente y por no estar ahí para ti. Espero que sepas que he pensado en ti todos los días, cada minuto», dijo Yarden durante el entierro cerca del kibutz Nir Oz, a pocos kilómetros de Gaza.
«Espero que estés disfrutando del paraíso. Estoy seguro de que estás haciendo reír a todos los ángeles con tus bromas tontas e imitaciones. Espero que haya muchas mariposas para que las observes, tal como lo hacías durante nuestros picnics», continuó Yarden.
Aludiendo a su mujer, Shiri, de orígenes argentinos y peruanos, su marido dijo que le amará siempre y recordó la última decisión que tomaron juntos: «En el búnker, pregunté si debíamos luchar o rendirnos. Dijiste luchar, así que luché», dijo Yarden.
El hijo más pequeño de la familia, Kfir, tenía tan solo 9 meses cuando fue secuestrado, y ya en noviembre de 2023 el brazo armado de Hamás dijo que, junto a Ariel, habían muerto en un bombardeo israelí en Gaza, una circunstancia que no ha sido verificada.
Sobre Kfir, Yarden, que llevaba una kipá naranja, del color del pelo de su mujer e hijos, dijo que extrañaba mordisquearle y escuchar su risa, así como sus juegos matutinos antes de ir a trabajar. «¡Apreciaba tanto esos pequeños momentos y ahora los extraño más que nunca!», explicó.
Al funeral en el sur de Israel acudieron cientos de personas a petición de la familia, mientras que miles de israelíes se congregaron a lo largo de las carreteras en el norte del país, por donde circuló un cortejo funerario en muestra de apoyo.
«Te prometo, como le prometí a mamá y papá, que los monstruos más allá de la cerca no tendrán éxito en su misión. No nos derrotarán, no nos destruirán», dijo Yarden durante el funeral, celebrado a unos pocos kilómetros de la frontera con Gaza.
EFE