Bucarest, 9 marzo de 2025.- La Oficina Electoral Central de Rumanía rechazó este domingo la candidatura del ultranacionalista prorruso Călin Georgescu para las elecciones presidenciales del próximo 4 de mayo y en las que partía como favorito.
Tras esta decisión se abre un plazo de 24 horas para presentar recursos ante el Tribunal Constitucional, que cuenta con 48 horas adicionales para emitir un fallo. Esto significa que la decisión final podría conocerse el miércoles por la noche.
Georgescu ganó contra todo pronóstico la primera vuelta de las presidenciales rumanas del 24 de noviembre pasado, posteriormente anuladas por el Constitucional por indicios de financiación ilegal y de una injerencia rusa.
Los partidarios de Georgescu se reunieron delante de la Oficina Electoral Central y reaccionaron violentamente, rompiendo las vallas instaladas por la Policía para acordonar el edificio.
«¡Un golpe directo al corazón de la democracia mundial!», aseguró Georgescu en la red social X al conocer la decisión y agregó: «¡Europa es ahora una dictadura, Rumanía está bajo la tiranía!».
El líder de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), George Simion, cuyo partido ultranacionalista y euroescéptico es actualmente la principal fuerza opositora en el país, calificó el rechazo de la candidatura de Georgescu como un acto antidemocrático.
«Es una continuación del golpe de Estado del 6 de diciembre», escribió en Facebook en referencia a la fecha en la que el Constitucional anuló las elecciones presidenciales.

Georgescu, relativamente poco conocido en Rumanía hasta hace unos meses, venció en la primera vuelta gracias a una campaña en redes sociales, especialmente TikTok, en la que aseguró no haber invertido nada.
Su mensaje contra los partidos tradicionales atrajo sobre todo a votantes jóvenes y de entornos rurales, desencantados con la corrupción y el bajo nivel de vida en el país de 19 millones de habitantes fronterizo con Ucrania.
La líder del partido ultranacionalista POT, Anamaria Gavrilă, también denunció la decisión, aseguró que Rumanía es «una dictadura» y cuestionó la votación de los 14 miembros de la Oficina Electoral Central.
Según fuentes citadas por el diario rumano G4Media, la candidatura fue rechazada tanto por motivos formales como de fondo.
Uno de los factores determinantes fue la declaración de bienes presentada por Georgescu, que presentaba incongruencias en comparación con la que había entregado en las elecciones de noviembre.
El candidato ultranacionalista, que ha defendido un acercamiento a Rusia y ha puesto en duda que Ucrania fuera un estado, defiende un ideario reaccionario y en el pasado elogió a líderes fascistas rumanos responsables del Holocausto en el país durante la Segunda Guerra Mundial.

En las últimas encuestas, Georgescu era el favorito para las elecciones al acaparar más del 35 % de los votos, lo que le garantizaba llegar a la segunda vuelta.
A finales de febrero, la Fiscalía rumana le acusó de seis delitos, entre ellos el de cometer acciones contra el orden constitucional y crear una organización fascista y antisemita.
La Fiscalía anunció los cargos después de interrogarle durante más de cuatro horas y además de los delitos mencionados era sospechoso de falsedad continuada sobre su patrimonio y la financiación de su campaña.
EFE