Viena, 10 de marzo de 2025.- El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, pidió este lunes ante la Comisión de Estupefacientes de la ONU reflexionar sobre el fracaso de la «guerra contra las drogas» y defendió el uso tradicional de la hoja de coca.
En su discurso, el mandatario boliviano defendió la hoja de coca como bien cultural de los pueblos andinos, que, en su opinión, en las últimas seis décadas fueron «estigmatizados» por la comunidad internacional.
«La sagrada hoja de coca fue entregada a los pueblos originarios por la gran genetista madre Tierra para preservar el culto a la vida y es el sello seco de los pueblos originarios», dijo Choquehuanca, mientras mostraba una hoja de coca en su mano izquierda.
La hoja de coca -prosiguió- es «un bien natural de gran valor social, comunicacional, cultural, medicinal, alimenticio», que sin embargo no es valorada «por los enfoques de la modernidad y la postmodernidad occidental».
«La Convención de Viena de 1961, sin evidencias científicas concluyentes, cometió un absurdo, un atentado a la cultura de la vida, condenó nuestra historia y condenó nuestra dignidad de los pueblos indígenas, al incluir a la sagrada hoja de coca en la lista 1 de los estupefacientes», afirmó Choquehuanca.
En esa lista, donde está incluida la hoja de coca, están las sustancias más peligrosas, como la heroína y la cocaína, que tienen un control internacional más estricto.
En ese sentido, el mandatario boliviano recordó que su gobierno pidió el año pasado un «examen crítico científico basado en cuatro criterios, farmacológico, toxicológico, terapéutico, tradicional y epidemiológico para sacar a la luz la verdad científica».
«Nadie debe confundir que son más de seis décadas, que se asocia injustamente a la sagrada hoja de coca con la pasta base y la cocaína», manifestó Choquehuanca.
«Estigmatizando la hoja de coca, que es símbolo de vida, con el veneno y el culto a la muerte, recordemos que se ha penalizado a los pueblos indígenas originarios durante más de seis décadas por un delito inexistente», criticó el vicepresidente de Bolivia.
En su opinión, esta política internacional contra las drogas, «ha destruido los derechos humanos en sus posibles vías de desarrollo».
«Ha llegado el tiempo de hacer conciencia, de una reflexión profunda del fracaso de la política de guerra contra las drogas desde la muerte y dar un viraje histórico para construir una política de drogas desde el culto a la vida», concluyó el mandatario boliviano.
EFE