París, 11 de marzo de 2025.- Los jefes de Estado Mayor de 36 países están reunidos este martes en París para ver cómo dar credibilidad a la posición ucraniana de cara a una eventual negociación de paz, sobre todo para disuadir a Rusia de que intente nuevos ataques en el futuro.
El ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu, subrayó, en dirección a esos jefes militares, que «hay que proyectarse» y, en particular «reflexionar sobre lo que tiene que ser el Ejército ucraniano en el futuro» en los próximos 5, 10 y 15 años y también «cómo podremos los ejércitos europeos dar credibilidad a las discusiones diplomáticas».
En la reunión participan los jefes militares de 36 países, la mayoría europeos pero también de Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Lecornu inauguró esta mañana la segunda edición de un Foro de Defensa y de Estrategia, en el marco de la cual Francia ha organizado ese encuentro de jefes de Estado Mayor y puso el acento en que hay que ver cómo Europa defenderá su flanco del este si falla un país, en una clara alusión a Estados Unidos.
De hecho, el ministro francés se refirió a «un elemento nuevo» en el escenario de la guerra en Ucrania que es «la imprevisibilidad del amigo estadounidense», por el giro dado por Donald Trump, que tras su altercado en el Despacho Oval de la Casa Blanca con Volodímir Zelenski ha suspendido los envíos de material militar a Ucrania y también ha dejado de compartir información de inteligencia.
Lecornu añadió que hay que prepararse para el caso de que la retirada de Estados Unidos no se limite únicamente a Ucrania, sino también a las garantías que ha dado durante décadas a sus otros socios de la OTAN.
El ministro neerlandés de Defensa, Ruben Brekelmans, que fue el gran invitado en la apertura del foro que se celebra hasta el jueves en la Escuela Militar de París, se negó a entrar en especulaciones sobre un posible abandono de los socios de Estados Unidos como ya ha hecho con Ucrania.
En una conferencia de prensa, Brekelmans subrayó que hace pocas semanas el secretario estadounidense de Defensa, Peter Hegseth, aseguró que para su país la OTAN es «más importante que nunca».
Brekelmans también reconoció que, en cualquier caso, la cobertura de seguridad que ofrece Estados Unidos a Europa no puede darse por supuesta, y que en el contexto actual de hostilidad rusa «tenemos que conseguir la paz a través de la fuerza» y «a través de alianzas».
A su juicio, las acciones que se decidan en los próximos días y en las próximas semanas «serán cruciales para los próximos cinco a diez años».
Y sobre las garantías de seguridad que hay que ofrecer a Ucrania para un posible acuerdo, señaló que Zelenski «tiene que poder negociar desde una posición de fuerza».
Porque al responsable de Defensa de Países Bajos no le cabe ninguna duda de que el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene ambición para lanzar otros ataques y la inteligencia ha permitido demostrar que Moscú está trabajando para poder movilizar a cientos de miles de soldados: «Tenemos que estar preparados para este escenario».
«No estamos en guerra con Rusia, pero Rusia está en guerra con nosotros», aseguró.
Francia y el Reino Unido han lanzado la idea de preparar una fuerza de interposición europea que, formada por al menos 20.000 a 30.000 militares, podría desplegarse en Ucrania en caso de un acuerdo de paz para garantizar que Rusia no volvería a atacar, para que no se repitieran sus violaciones de los acuerdos de Minsk de 2014-2015.
Hasta ahora, muy pocos otros países (como Dinamarca) han mostrado su disposición a implicarse directamente en un despliegue así, en particular porque Estados Unidos no parece estar dispuesto a dar una garantía última.
Brekelmans precisó que si bien los Países Bajos quieren ser «parte de esas discusiones», su decisión final dependerá de una serie de condiciones, y explicó que tiene que quedar muy claro cuál sería la misión, el mandato y si habría un respaldo de Estados Unidos en última instancia, sobre todo ante el riesgo de una escalada.
En una situación similar está España, que está representada en la reunión en París con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Teodoro López Calderón. La ministra de Defensa, Margarita Robles, quiso dejar claro el pasado jueves que esa presencia de López Calderón «no implica en absoluto todavía cuál va a ser la implicación de España desde el punto de vista del posible envío de tropas».
EFE