Naciones Unidas, 8 de abril de 2025.- El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo este viernes que no aceptará las nuevas condiciones impuestas por Israel para la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y que el gobierno israelí ha llamado ‘mecanismo de autorización’.
«No vamos a participar en ningún arreglo que no respete los principios humanitarios: humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad», dijo ante los periodistas, y afirmó que esas nuevas condiciones amenazan con «limitar cruelmente hasta la última caloría y el último grano de harina».
Guterres convocó a los periodistas para recordar que en Gaza no entra «ni una migaja de ayuda» desde hace un mes: ni comida, ni combustible, ni medicamentos ni material comercial, y eso hace que «se hayan reabierto las compuertas del horror», al convertir a Gaza en «un campamento de muerte».
El secretario general, agriamente enfrentado con el gobierno de Netanyahu -quien no responde a sus llamadas desde hace un año y medio- recordó a Israel que «como potencia ocupante, tiene obligaciones inequívocas según la ley internacional», tanto por principios humanitarios como de respeto a los derechos humanos.
Así, citó tres artículos de la Cuarta Convención de Ginebra (sobre protección de civiles en tiempo de guerra) en los que se especifica que el poder ocupante tiene la obligación de garantizar los suministros médicos a la población, así como de mantener los hospitales y centros de salud en los territorios que ocupa, y de garantizar además «mecanismos de alivio» en las zonas con problema de suministros.
«Nada de eso está sucediendo hoy» en Gaza, recalcó.
Guterres se refirió además al último ataque sufrido por un equipo de la Media Luna Roja palestina, cuyos quince miembros fueron asesinados en varias acometidas desde el aire por el ejército israelí y luego sus cuerpos y hasta sus vehículos -que estaban debidamente identificados- enterrados entre toneladas de tierra.
El secretario general pidió «una investigación independiente» sobre las muertes de esos trabajadores y también de otros empleados de la ONU, en referencia a los 408 trabajadores humanitarios matados desde que comenzó la guerra.
«Los estados miembros de la ONU deben respetar sus obligaciones según la ley humanitaria. Tiene que haber justicia y rendición de cuentas cuando no lo hacen», concluyó.
EFE