Moscú, 10 de abril de 2025.- Rusia rechazó hoy categóricamente la implicación de China en la guerra en Ucrania, pese a la captura de combatientes de ese país en la región de Donetsk, mientras su ejército avanza gradualmente en la región ucraniana de Sumi, cuya capital está a poco más de 300 kilómetros de Kiev.
«No es verdad. China mantiene una postura equilibrada», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria, en respuesta a una pregunta sobre el supuesto papel de Pekín en la contienda.
A las acusaciones contra Pekín se sumó EE.UU., que aseguró que el gigante asiático suministra 80 % de la tecnología dual que Rusia utiliza en su campaña militar.
China, camarada de Rusia pero no beligerante
«China es nuestro socio estratégico, amigo y camarada. Y China siempre ha mantenido una postura muy, muy sopesada», subrayó Peskov.
Por eso, añadió, el presidente ucraniano, Volodímir «Zelenski no tiene razón».
Peskov respondió así a las acusaciones vertidas por Zelenski de que Moscú quiere involucrar a toda costa a Pekín en la contienda.
Al respecto, Zelenski ordenó a sus ministros de Exteriores y de Defensa, Andrí Sibiga y Rustem Umérov, que se pongan en contacto con sus homólogos chinos para pedirles explicaciones por la participación de ciudadanos chinos en los combates.
«Que haya ciudadanos chinos luchando de parte del Ejército invasor ruso en Ucrania pone en cuestión la posición declarada de China por la paz y socava la credibilidad de Pekín como un miembro permanente responsable del Consejo de Seguridad de la ONU», escribió Sibiga en X.
Además, Zelenski añadió que al menos 155 ciudadanos chinos combaten con las fuerzas rusas, según estimaciones de la inteligencia ucraniana.
China negó que haya ciudadanos de su país participando de forma organizada en la guerra, reiteró su postura de neutralidad y recordó que exigió a sus nacionales «abstenerse de participar en operaciones militares de cualquier bando».
China «no es creadora de la crisis en Ucrania ni parte del conflicto» y «ha sido una firme defensora y promotora activa de la resolución pacífica» de la guerra, dijo Lin Jian, portavoz de Exteriores.
Franja de seguridad en Sumi
Mientras, las fuerzas rusas le dieron la razón a Zelenski, que advirtió de los preparativos de una ofensiva rusa en las regiones fronterizas de Sumi y Járkov.
Una jornada después de informar sobre ataques masivos contra las posiciones ucranianas en ambas regiones, el Ministerio de Defensa ruso confirmó hoy la toma de otra localidad en Sumi.
«En el marco de sus acciones ofensivas, las unidades de la agrupación militar Séver (Norte) liberaron la localidad de Zhuravka, en la región de Sumi», señaló en Telegram el mando castrense ruso.
Se trata de la tercera localidad capturada por Rusia en las últimas semanas, tras Básivka y Vesélivka.
El jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, denunció esta semana que la ofensiva rusa ya comenzó con el objetivo de crear «una zona tapón» en la frontera.
Según informa hoy el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), las tropas rusas han logrado en las últimas semanas marginales, aunque graduales ganancias territoriales al norte de la capital regional, pero cree que Moscú necesitaría muchos más refuerzos para atacar la ciudad.
El ISW también considera que Moscú quiere crear una franja de seguridad para alejar a la artillería enemiga de su territorio, de lo que el presidente ruso, Vladímir Putin, abordó con su Estado Mayor al visitar el mes pasado Kursk.
Con todo, para ello tendría primero que expulsar a los ucranianos de las regiones de Kursk, donde conservan menos de 100 kilómetros cuadrados, y Bélgorod, en donde habrían penetrado recientemente.
La tregua pende de un hilo
En cuanto a la tregua energética de 30 días, declarada por Moscú el 18 de marzo y a la que se sumó Kiev una semana después, esta pende de un hilo.
Rusos y ucranianos no han dejado de acusarse de violar dicho acuerdo. Este jueves Moscú acusó a Kiev de atacar en seis ocasiones sus instalaciones energéticas.
Moscú se ha reservado el derecho de abandonar la tregua, que expira teóricamente el 16 de abril. Según el acuerdo, la moratoria puede ser prolongada de mutuo acuerdo, pero en caso de violación cualquiera de las partes puede renunciar unilateralmente a sus obligaciones.
Mientras, aunque el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha criticado los bombardeos, no ha tomado medidas al respecto, pese a que el prometido alto el fuego por tierra, mar y aire es un objetivo a día de hoy inalcanzable.
Moscú y Washington mantienen este jueves negociaciones de normalización diplomática en Estambul, donde no se hablará del arreglo en Ucrania, según informó el Kremlin.
EFE