Bangkok, 14 de abril de 2025.- El presidente de China, Xi Jinping, se reunió este lunes en Hanói con el máximo dirigente vietnamita, To Lam, en el inicio de una gira por el Sudeste Asiático en la que Pekín busca presentarse como socio fiable de la región ante la guerra comercial iniciada por Washington.
Xi fue recibido en una vistosa ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Hanói por el presidente de Vietnam, Luong Cuong, con alfombra roja y despliegue de banderas de ambos países, y después se reunió con el secretario general del Partido Comunista y máximo dirigente del país, To Lam, publica la prensa estatal local.
La visita, cargada de simbolismo y en la que se prevé que se firmen una decena de acuerdos, de importancia aún por determinar, se produce cuando ambos países tantean opciones ante los ataques arancelarios del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Pekín ya se enfrenta a aranceles estadounidenses del 145 %, a los que respondió con tarifas del 125 %, mientras Vietnam negocia reducciones a los gravámenes del 46 % anunciados y después suspendidos temporalmente por Washington.
Xi aprovechó para lanzar un mensaje contra el proteccionismo de cara a su visita.
En un artículo publicado en el medio vietnamita Nhan Dan, Xi subrayó que «las guerras comerciales y arancelarias no tienen ganadores y el proteccionismo no tiene salida».
«Es necesario defender firmemente el sistema de comercio multilateral, mantener de forma sostenible la estabilidad de las cadenas mundiales de producción y suministro y mantener de forma sostenible un entorno internacional abierto y cooperativo», apuntó.
Asimismo, destacó la necesidad de «fortalecer la coordinación» en varios sectores, como educación, agricultura, infraestructura y tecnología, «frente al auge del unilateralismo y el proteccionismo».
Durante la visita del mandatario chino al país vecino, la segunda en menos de 18 meses, se espera que ambos países firmen decenas de acuerdos bilaterales, si bien se desconoce su grado de relevancia.
Juego de equilibrio
Vietnam realiza un ejercicio de equilibrio con la visita de Xi, pues mientras refuerza lazos con el que es su principal socio comercial, busca apaciguar a Washington, que lo acusa de funcionar como punto de transbordo de productos chinos al exterior.
Uno de los considerados ganadores de la guerra comercial entre Washington y Pekín durante el primer mandato de Trump (2017-2021), Vietnam en principio ha pagado por la instalación en su territorio de fábricas chinas que emigraron para evitar entonces los gravámenes.
La deslocalización china contribuyó a elevar el superávit comercial de Vietnam con EE.UU., que el pasado año llegó a un récord de 123.500 millones de dólares anuales, solo superado por China, la UE y México.
En un artículo publicado en el diario Financial Times la semana pasada, el asesor comercial de Trump, Peter Navarro, escribió que EE.UU. «quiere ver que países como Camboya, México y Vietnam dejan de permitir a China que evada las tarifas de EE.UU. haciendo de punto de transbordo de sus exportaciones».
Por otro lado, China, país con el que Vietnam mantiene tensiones territoriales en el mar de China Meridional, es el principal socio comercial de Vietnam desde hace más de dos décadas, y en 2024 los intercambios superaron los 260.000 millones de dólares, según cifras oficiales.
Desde hace unos años, Vietnam, otrora enemigo de EE.UU., se ha acercado a Washington con el objetivo de diversificar sus exportaciones, su principal motor económico.
En un giro de última hora, Trump decidió suspender la pasada semana los aranceles adicionales por 90 días a los países que buscan negociar con Washington, como Vietnam, pero aumentó los gravámenes a China, que a su vez respondió con una medida similar.
Durante esta gira, Xi también visitará Malasia y Camboya, afectados por los aranceles adicionales con el 24 % y el 49 %, respectivamente, para afianzar las relaciones diplomáticas y comerciales.
Vietnam, por su parte, que enarbola la bandera de la neutralidad bajo la llamada «diplomacia del bambú», por su capacidad para bandearse entre potencias, busca nuevos socios, y antes de Xi ha recibido en las últimas semanas a los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y al del Gobierno español, Pedro Sánchez.
EFE