En condiciones deplorables, lamentables permanecen casi cien personas que se encuentran recluidas en los calabozos del búnker de la Fiscalía General de la Nación del barrio Caribe de Medellín.
En un espacio para 40 personas se encuentran retenidos en la actualidad 90 detenidos a la espera de que les sea resuelta su situación jurídica. Según Raúl González Flechas, director Seccional de Fiscalías Medellín, han tenido que esposar a los detenidos a las sillas por falta de espacio. “Hemos tenido detenidos esposados a sillas en los pasillos, porque no caben en ninguna parte, eso hace que el investigador se desestimule y vuelva mucho más lento su trabajo”, afirmó.
González Flechas agregó que fue necesario suspender un operativo de captura contra 25 personas por abuso sexual contra menores de edad porque no hay dónde ubicar a los capturados. Añadió que hasta en los auditorios los han tenido que llevar.
“Desarrollamos una jornada contra el delito sexual de menores. El objetivo era capturar 45 personas, pero solo capturamos a 25 y paramos porque no cabía un detenido más en el calabozo”, dijo González Flechas. “Se vuelve un problema de seguridad nacional. Va a llegar el momento en que no tengamos la posibilidad de adelantar las investigaciones hasta que no se resuelva el tema carcelario”, acotó.
Por lo pronto, los procedimientos judiciales no se desarrollan como se debería, pues a la hora de capturar, los investigadores piensan en dónde van a “meter” a los detenidos y prefieren esperar por las limitaciones a las que se enfrentan.