Bogotá, 7 mayo del 2025– La escritora saharaui Ebbaba Hameida y la ucraniana Margaryta Yakovenko, ambas residentes en España, reflexionaron este martes en la Feria del Libro de Bogotá (FilBo) sobre el desarraigo, la experiencia migratoria y la escritura en una lengua que no es la materna, en una conversación marcada por la identidad, la memoria y la literatura como refugio.

«Escribí mi novela en castellano como un ejercicio de empoderamiento. El castellano es mío, me ha dado un idioma que durante mucho tiempo sentí que no tenía», afirmó Hameida, autora de ‘Flores de papel’, al describir cómo la escritura la ayudó a reconstruir sus raíces tras múltiples desplazamientos en su infancia entre el Sáhara Occidental, Italia y España.

Yakovenko, nacida en Ucrania, recordó que su lengua materna es el ruso, pues su familia reside en una zona rusófona de Ucrania que ahora mismo está bajo dominio ruso.

«Cuando empecé a escribir ‘Desencajada’ me sentía como traduciéndome a mí misma. Relataba recuerdos que ocurrieron en ruso, y temía que el castellano se sintiera ortopédico», contó.

Para superar esa barrera, decidió cerrar cada capítulo del libro con una palabra en ruso, a modo de puente entre sus lenguas y sus memorias.

La conversación, moderada por el periodista colombiano Winston Manrique, giró también en torno a cómo la mirada migrante influye en el periodismo y en la ficción.

«Esa extrañeza nos vuelve más sensibles y más atentos. Es una virtud, pero también una condena», reconoció Yakovenko, quien actualmente no puede regresar a su ciudad natal.

Ambas coincidieron en que la literatura les permitió contar aquello que el periodismo no les dejaba.

«Como periodistas no debemos ser protagonistas, pero como escritoras sí. Encontré en la novela un refugio para narrar mi propia guerra y la de las mujeres de mi vida», explicó Hameida.

La escritora saharaui Ebbaba Hameida habla durante la charla ‘Diásporas y Exilio’ este miércoles, en el marco de la Feria del Libro de Bogotá (FilBo), en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Criminalización de niños

Durante la charla, Hameida denunció que en España los menores extranjeros no acompañados (MENA) se han convertido en «un arma arrojadiza» dentro del debate político.

«Estamos hablando de apenas 5.700 niños y niñas en un país de más de 47 millones de habitantes, y aun así se les deshumaniza, se les convierte en un problema», afirmó.

La escritora saharaui criticó la forma en que los discursos más extremistas instrumentalizan la migración, especialmente en un contexto de desinformación y bulos: «Se deshumaniza a niños y niñas que cruzan el mar porque no tienen otra alternativa».

El evento se celebró en el pabellón de España, país invitado de honor en la FilBo 2025, y propuso una nueva forma de entender la identidad, no como algo fijo o heredado sino como un territorio en constante traducción.

EFE

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