Nueva Delhi, 11 de mayo de 2025.- Las primeras 24 horas tras el anuncio de un alto el fuego entre India y Pakistán, mediado por Estados Unidos, han estado marcadas por una calma frágil que siguió a tres semanas de intensos enfrentamientos fronterizos y cuatro días de ataques aéreos, con decenas de muertos, que el Ejército indio describió este domingo como «no menos que una guerra».
Pese a algunas denuncias de violaciones del alto el fuego reportadas anoche y a primera hora de este domingo, ambos países comenzaron una vuelta a la calma, sin que se informaran de incidentes posteriores en el resto de la jornada.
«Las actividades que se han estado llevando a cabo durante los últimos 3 o 4 días no son menos que una guerra», dijo el director general de operaciones militares de la India, Rajiv Ghai, en una rueda de prensa de los tres cuerpos del Ejército indio, en la que sostuvo que sus operaciones eliminaron a al menos cien terroristas.
Sentado a su derecha, el teniente general de la Fuerza Aérea india, AK Bharti, remarcó que la India logró los resultados deseados al eliminar los campamentos terroristas que atacó el pasado 7 de mayo.
«¿Hemos logrado nuestros objetivos de diezmar los campamentos terroristas? La respuesta es un sí rotundo y los resultados están a la vista de todo el mundo», dijo el teniente general de la Fuerza Aérea india, en la primera rueda de prensa de exclusivamente de militares indios desde el inicio del conflicto.
En este ataque contra nueve bases en suelo paquistaní murieron «más de cien terroristas», según Ghai.
El bombardeo que comenzó en la madrugada del 7 de mayo marcó el comienzo de la Operación Sindoor, que fue la respuesta india a un atentado terrorista en la Cachemira administrada por la India el 22 de abril, en el que murieron 26 personas, y del que responsabilizó a Pakistán.
El Ejército resaltó que su objetivo inicial era atacar las posiciones terroristas, donde aseguró que se planeaban atentados en la India, y para ello mostró varias imágenes satelitales de las instalaciones atacadas, tanto antes como después del impacto de los misiles y drones indios.
Pero aseguró que una vez Pakistán inició la escalada, atacando instalaciones militares y civiles indias, la India hizo lo propio contra bases militares paquistaníes.
Islamabad asegura que el ataque indio del pasado 7 de mayo estuvo dirigido contra la población civil. Según su balance, alrededor de treinta civiles murieron y más de cincuenta resultaron heridos en el bombardeo.
En los enfrentamientos posteriores que comenzaron a lo largo de la Línea de Control, la frontera de facto en Cachemira, el Ejército indio dijo hoy que Pakistán había registrado «entre 35 y 40 soldados muertos». Por su parte, la India admitió la pérdida de cinco efectivos y habló de varios civiles fallecidos, sin precisar la cifra exacta.
Preguntado sobre los daños recibidos, los representantes de los tres cuerpos del Ejército aseguraron que la mayoría de drones y misiles paquistaníes fueron interceptados, y señalaron que aquellos que alcanzaron suelo indio no causaron «muchos daños».
Como ya ocurrió ayer, la India volvió a omitir la mediación de Estados Unidos en el alto el fuego alcanzado la tarde del sábado, y que el presidente estadounidense se había anotado como un tanto al anunciarlo en exclusiva a través de la red social Truth Social.
Según Ghai, recibió una llamada de su contraparte paquistaní a las 15:35 hora local (10:05 GMT), lo que condujo al cese de las hostilidades.
A pesar de esta tregua, no obstante, los militares insistieron en que siguen preparados para posibles violaciones del alto el fuego por parte de Pakistán, y aseguraron que han autorizado a los comandantes sobre el terreno a responder en caso de que ocurran, como anoche.
Pese a algunas denuncias de violaciones del alto el fuego reportadas anoche y a primera hora de este domingo, ambos países comenzaron una vuelta a la calma, sin que se informaran de incidentes posteriores en el resto de la jornada.
La última guerra declarada entre ambos vecinos nucleares tuvo lugar en 1999 en la zona de Kargil, en la región de Cachemira.
La soberanía de Cachemira ha sido el principal punto de fricción entre la India y Pakistán desde la independencia de los dos países del Imperio británico en 1947, y por ella han librado varias guerras y conflictos menores.
EFE