Yamena, 14 de mayo de 2025.- Miles de nuevos refugiados sudaneses han cruzado la frontera con Chad desde la escalada del conflicto en el este del vecino Sudán, en la región de Darfur, desde mediados del pasado abril y necesitan agua, comida y refugio, mientras la falta de fondos dificulta la respuesta, alertó este miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La mayoría de estos nuevos refugiados son mujeres y niños y provienen del campo de desplazados de Zamzam -el mayor de Sudán y que fue atacado el pasado abril por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR)- o de la localidad de Tawila, donde las condiciones de vida «ya eran terribles», informó en un comunicado el CICR.
Desde la reciente intensificación del conflicto, miles de familias vulnerables han llegado a la ciudad fronteriza de Tiné, en el este de Chad, donde «duermen a la intemperie con escasos refugios improvisados bajo un sol abrasador» y con unas temperaturas diarias que superan los 40 grados, detalló la organización.
«Los refugiados, que lo han perdido todo, necesitan urgentemente alimentos, agua y cobijo, mientras las agencias humanitarias trabajan contrarreloj para responder a la afluencia masiva», añadió.
Asimismo, el CICR advirtió de que «las limitaciones de financiación dificultan la labor», después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenada la congelación de la ayuda internacional el pasado mes de enero y de que muchos otros países europeos hayan reducido sus fondos humanitarios.
Las personas que cruzan la frontera están «profundamente traumatizadas» y han sufrido violencia, incluyendo violencia sexual, además de haber perdido el contacto con seres queridos que se han quedado atrás.
«En el camino pasamos sed, sufrimos. Esta mañana encontramos un poco de azúcar y tomamos té y, desde entonces (…) no hemos comido nada», declaró a la ONG Ardjoune Oumda Yahya, una mujer sudanesa y madre de ocho hijos que tardó dos semanas en llegar a Tiné con su familia desde Zamzam.
«Algunos de los niños se quedaron atrás y aún no han llegado. La guerra nos separó y ni siquiera sabemos dónde están», relató otra refugiada, Khadija Adam Youssouf.
El pasado 6 de mayo, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) alertó del aumento de refugiados sudaneses en Chad y señaló que cerca de 20.000 personas habían cruzado la frontera en las últimas dos semanas.
Según Acnur, Chad ya alberga a 1,3 millones de refugiados, incluidos 794.000 provenientes de Sudán desde que comenzó en abril de 2023 la guerra que libran las FAR y el Ejército sudanés.
Según datos difundidos a finales del pasado abril por la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), unas 406.300 personas habían sido desplazadas del campo de Zamzam desde el día 13 de ese mismo mes por la intensificación de la violencia de las FAR, que también han aumentado sus ataques en los alrededores de la ciudad de Al Fasher, capital del estado de Darfur Norte.
Desde su inicio, la guerra en Sudán ha causado la muerte de decenas de miles de personas y ha convertido al país en escenario de una de las peores crisis humanitarias y de desplazamientos del planeta, con más de doce millones y medio de personas afectadas por el conflicto.
EFE