Jerusalén, 26 mayo de 2025.– Entre gritos de «muerte a los árabes» o «el alma de los judíos es pura, la de los árabes es un asco», miles de colonos israelíes recorrieron este lunes la Ciudad Vieja de Jerusalén en la Marcha de las Banderas, un desfile ultranacionalista enmarcado por la conmemoración de la ocupación por parte de Israel de la parte palestina de la ciudad en 1967.
Hacia el mediodía, los palestinos del barrio musulmán de la Ciudad Vieja recogían apurados y protegidos por algunos activistas sus negocios. Apenas unas horas después desfilaban ante ellos miles de adolescentes con camisetas blancas y banderas de Israel, golpeando las puertas metálicas de sus tiendas y gritando eslóganes racistas.
«Si no cerramos, nos dicen que lo hacemos bajo nuestra propia responsabilidad y, después, permiten que nos ataquen», lamenta con un café en la mano, sin quitar la mirada de los soldados y policías israelíes apostados a su alrededor, el dependiente de una floristería junto a la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja.
Delante de su tienda, unos 50 chicos con kipás de punto, rizos, y vestimenta de montaña (el estilo de los colonos israelíes que viven en asentamientos ilegales en Cisjordania) rodean y escupen a dos mujeres palestinas que, escoltadas por la policía, tratan de abandonar la zona antes de que el grupo se convierta en hordas de miles.
Estas escenas se repiten a lo largo de la jornada: turbas, gritos, empujones y escupitajos dirigidos contra palestinos de todas las edades, contra activistas israelíes en favor de los derechos humanos o contra periodistas que tratan de grabar lo que ocurre.
Uno de los niños apenas tiene tiempo de gritar «¡Este es el día más importante para nosotros!» antes de que sus compañeros le arrastren para evitar que se dirija a la prensa.
«¡Sois como los nazis!», grita un activista israelí que grababa el acoso a una mujer palestina mientras los colonos tratan de arrebatarle el teléfono.
Poco después la policía les echa a él y a sus compañeros de la Ciudad Vieja, asegurando que uno de ellos atacó a un policía y que no podrán protegerles en caso de que los colonos les ataquen.
«¡No pueden lidiar con los pequeños fascistas que hay ahí y nos dicen a nosotros que nos vayamos!», dice llorando a EFE Sigal Hagari, de 62 años, una de las activistas del grupo «Mirando a la ocupación a los ojos» que pretendía pasar la jornada ayudando a los palestinos dentro de las murallas del barrio musulmán.
Euforia ultranacionalista
Hacia la mitad de la tarde, lo que eran grupos de decenas se convirtieron en un torrente de miles de personas (la Policía Israelí estima que podrían llegar a más de 10.000) con banderas y pancartas, algunas con el rostro del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El caos de cánticos, bailes y ruidos de tambores se ordena al paso de una figura protegida por la policía, difícil de ver por su baja estatura y de la que sólo asoma la mano, que estrecha a los adolescentes agolpados a su alrededor, desesperados por tocarle.
Entonces, los aplausos y gritos al unísono permiten identificarle: «¡Ben Gvir!», claman los adolescentes colonos en torno al ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir.
El ministro, con un fuerte discurso antiárabe, es un icono para las juventudes de colonos. Es un firme defensor de los «jóvenes de las colinas», residentes de los asentamientos ilegales de Cisjordania que acosan y agreden a los palestinos para presionarlos para que abandonen sus hogares.
«En 1967, Jerusalén en nuestras manos. En 2025, Gaza en nuestras manos», se lee tras su paso en un cartel de la asociación sionista Im Turzu.
La Marcha de las Banderas es el punto álgido del Día de Jerusalén, en el que los israelíes celebran la ocupación de la parte oriental de la ciudad, palestina, en la Guerra de los Seis Días de 1967. Israel se anexionó completamente Jerusalén Este en 1980.
Es la segunda Marcha de las Banderas desde que Israel lanzó su ofensiva sobre la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023, en represalia por el ataque de Hamás ese mismo día que se cobró la vida de unas 1.200 personas en territorio israelí.
Desde entonces, la operación militar sobre Gaza se ha cobrado la vida de casi 54.000 palestinos, según el recuento de las autoridades sanitarias del enclave.
EFE