Colombia, 8 junio de 2025.- El atentado perpetrado contra el senador Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado sábado durante un acto político en el occidente de Bogotá, ha provocado una ola de rechazo en todo el país. El hecho, calificado como un ataque directo contra la democracia, ha sido condenado incluso por actores armados ilegales como el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), estructura que se encuentra actualmente en un proceso de conversaciones exploratorias con el Gobierno Nacional.
Miguel Uribe Turbay, senador del partido Centro Democrático y precandidato presidencial, permanece en estado crítico en la Fundación Santa Fe. A las afueras de la clínica, ciudadanos han dejado flores, banderas y velas como muestra de solidaridad. La Fiscalía General de la Nación confirmó que el agresor, un menor de edad, fue capturado en flagrancia y permanece bajo custodia.
El pronunciamiento del EGC, publicado en su cuenta oficial de X (antes Twitter), expresó:
“Lamentamos profundamente el atentado contra la vida e integridad personal del señor senador Miguel Uribe Turbay. A pesar de ser un acérrimo contradictor de nuestro proyecto político y del Ejército Gaitanista de Colombia, condenamos de manera categórica este acto violento”.
La organización —mal llamada Clan del Golfo— se encuentra actualmente en un Espacio Socio-Jurídico con el Gobierno Nacional, una figura creada para facilitar escenarios de diálogo con estructuras armadas organizadas. Este es el segundo espacio de este tipo en el país, tras el que se consolidó en Medellín y el Valle de Aburrá, con base en la cárcel La Paz de Itagüí, Antioquia.
Según el comunicado, el EGC considera el atentado como una amenaza al Estado Social y Democrático de Derecho y reiteró su compromiso con una salida política negociada al conflicto armado.
Un hecho que revive temores históricos
El atentado contra Uribe Turbay ocurre en el inicio de una campaña electoral marcada por crecientes tensiones, en la que diversos sectores sociales y políticos temen un regreso a los años más oscuros de la violencia política. Las similitudes con los magnicidios de las décadas de 1980 y 1990 resultan inevitables, y han aumentado los llamados a reforzar las medidas de seguridad para los candidatos presidenciales.
Desde la ONG Corpades y la Agencia de Prensa Análisis Urbano se ha reiterado la necesidad urgente de fortalecer los Espacios Socio-Jurídicos no solo en Antioquia, sino también en otras regiones como Buenaventura y Quibdó. Se insiste en que estos espacios deben consolidarse como la primera etapa de una Paz Real Territorial, incluyendo las mesas de diálogo con todos los actores armados, entre ellos el EMC (disidencias de las FARC) y el ELN.
“La Paz Total no existe mientras todos los grupos armados no se sienten a dialogar. Sin una paz territorial real, este tipo de hechos pueden repetirse”, advirtió un portavoz de la organización social y del medio de comunicación.
El país sigue a la espera de un parte médico que indique una mejoría en la salud del senador Miguel Uribe Turbay, mientras las autoridades avanzan en las investigaciones sobre los móviles y posibles autores intelectuales del ataque.
A.U.