Ginebra, 16 de junio de 2025.- Las políticas dirigidas a frenar la discriminación por género, origen, religión u orientación sexual están retrocediendo en el mundo mientras se toman «decisiones estratégicas para convertir a grupos vulnerables en chivos expiatorios», alertó el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, quien puso a Estados Unidos como ejemplo de esta tendencia.
La potencia norteamericana, así como Argentina, son ejemplos donde «cargos gubernamentales han hecho declaraciones denigratorias contra personas transgénero y no binarias, mientras se han restringido sus derechos», destacó Türk este lunes, en su discurso de apertura de la 59ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En su repaso a la situación global de las libertades fundamentales, también subrayó que en países como EEUU o Brasil «las personas afrodescendientes continúan sufriendo desproporcionadamente del uso excesivo de la fuerza» por parte de agentes de la ley, en ocasiones con resultados letales.
Nuevamente los Estados Unidos, junto a Rusia, fue señalado por Türk como ejemplo de lugares donde «hay graves restricciones de los derechos reproductivos y sanitarios de la mujer», mientras países como Irán o en especial Afganistán «continúan políticas sistemáticas que intentan eliminarla de la vida pública».
Al mencionar la situación del colectivo migrante, el alto comisionado volvió a mencionar a Estados Unidos, donde «la detención y deportación de gran cantidad de personas de otras nacionalidades, algunas de ellas a terceros países, provoca que surjan dudas sobre si sus derechos están siendo respetados».
También en Europa «algunos líderes han pedido recientemente cambios de interpretación de las leyes de derechos humanos» en un contexto de cuestiones migratorias, señaló el jefe de derechos humanos de la ONU, quien pidió a la Unión Europea que mantenga las libertades fundamentales en el centro de sus políticas de retorno y de gestión de la migración.
En su repaso global, también manifestó su preocupación por recientes deportaciones de mujeres embarazadas haitianas por parte de las autoridades de la República Dominicana, o el retorno forzado de al menos 250.000 migrantes afganos desde Pakistán o Irán.
Todos estos ejemplos de retrocesos en las políticas de protección a colectivos vulnerables son «perturbadores, pero no debemos dejarnos llevar por la exageración, no son un fenómeno global», aseguró el alto comisionado.
«La mayor parte de los países en el mundo siguen apoyando la expansión de los derechos humanos y las libertades fundamentales, y la mitad de la población global se beneficia de instituciones efectivas que trabajan con mi oficina, unas cifras que se han triplicado en las últimas dos décadas», destacó.
EFE