Viena, 2 de julio de 2025.- El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) está investigando un «inaceptable» posible ataque con drones cerca del estanque de refrigeración de la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia (ZNPP), la mayor de Europa y bajo el control ruso desde 2022.
En un comunicado emitido en la noche del martes, el OIEA -la agencia nuclear de la ONU- señala que sus expertos desplegados en la citada central atómica han sido informados el lunes del ataque que se habría producido el pasado viernes.
Los operadores de la planta afirmaron que seis drones dañaron varios vehículos.
«Al visitar una de las zonas del supuesto ataque del viernes, el equipo del OIEA observó hierba quemada y otra vegetación carbonizada, causada, según la central, por un dron que se estrelló y provocó un incendio», indica el organismo.
También se mostró al personal del OIEA un camión presuntamente alcanzado en el ataque, sin que los expertos internacionales pudieran verificar los daños debido a la distancia que los separaba del vehículo.
El incidente ocurrió fuera del perímetro de la planta, a unos 600 metros del reactor más cercano de los seis que tiene la ZNPP.
«Si se confirma este informe, representaría un ataque completamente inaceptable en las proximidades de una importante central nuclear», declaró el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, en la nota.
«Quienquiera que esté detrás de estos ataques está jugando con fuego. Debe cesar de inmediato», añadió.
El incidente tuvo lugar pocas semanas después de que el equipo del OIEA escuchara repetidas ráfagas de disparos que, al parecer, intentaban destruir drones supuestamente disparados contra el centro de capacitación de la central, ubicado asimismo fuera del perímetro de la central, en el lado opuesto del ataque del viernes.
El OIEA no atribuye estos ataque a ninguna de las partes implicadas en el conflicto bélico que se inició en febrero de 2022 con la invasión rusa de Ucrania.
La planta de Zaporiyia está ocupada por el ejército ruso desde los primeros días de la invasión, y si bien desde entonces no produce energía, debe ser mantenida por el personal ucraniano, bajo instrucciones de expertos enviados por Moscú.
Aunque sus reactores están en parada técnica, los ataques rusos interrumpieron muchas veces el suministro eléctrico a sistemas esenciales de la planta, que tuvo que recurrir a generadores de diésel para mantener la refrigeración de los reactores.
El OIEA mantiene misiones de observación sobre el terreno, tanto en la ZNPP como en el resto de centrales nucleares ucranianas.
También en los entornos de las tres centrales atómicas en funcionamiento (Jmelnitski, Rivne y Ucrania del Sur) se detectan «periódicamente» ataques con drones, recuerda el OIEA.
«Hay demasiados drones volando demasiado cerca de las centrales nucleares de Ucrania, lo que podría amenazar la seguridad nuclear», insistió Grossi, reiterando su llamamiento a «la máxima moderación militar en las inmediaciones de las instalaciones nucleares».
EFE