Río de Janeiro, 2 julio de 2025.– Los países miembros de los BRICS, responsables del 26 % de las exportaciones mundiales y del 22 % de las importaciones, abordarán los próximos 6 y 7 de julio en la cumbre que celebrarán en Río de Janeiro diversas medidas para impulsar el uso de monedas locales en sus intercambios comerciales, en detrimento del dólar, lo que ha desatado la ira del presidente de EE.UU., Donald Trump.
El comercio entre los miembros de los BRICS se ha convertido en una sólida alternativa para las economías emergentes tras la decisión de Trump de elevar los aranceles a la mayoría de sus socios, en algunos casos a niveles que hacen inviable el comercio, y ante las restricciones de otros países desarrollados, como la Unión Europea (UE).
Ese potencial obedece a que el bloque fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y al que el año pasado se sumaron Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia e Irán, representa el 39 % del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y el 49 % de la población del planeta.
Las exportaciones de los BRICS saltaron de 1,72 billones de dólares en 2005 -cuando correspondían al 16,9 % de las mundiales- a 5,66 billones de dólares en 2021 (el 26 %), mientras que sus importaciones subieron de 1,29 billones de dólares en 2005 (12,3 % de las mundiales) a 4,73 billones de dólares en 2021 (21,5 %), según datos del Gobierno brasileño.
Pero el crecimiento del comercio intraBRICS aún enfrenta desafíos, como la necesidad de buscar alternativas al dólar para reducir los costos de los intercambios y el levantamiento de barreras no arancelarias entre sus socios, asuntos que serán debatidos en la cumbre de Río de Janeiro.
Tras la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 100 % de las importaciones procedentes de los BRICS si crean una moneda común para sustituir el dólar en sus negociaciones, los integrantes aclararon que este no es su objetivo y que su propósito es estimular los mecanismos para negociar en sus propias monedas.
Una de las prioridades de Brasil como país que preside temporalmente el bloque es la facilitación del comercio y las inversiones «mediante el desarrollo de medios de pago».
«Uno de los objetivos de los BRICS es ampliar el uso de monedas locales en lo que pueda reducir los costos, interese a los países miembros y favorezca a importadores y exportadores», explica la secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda de Brasil, Tatiana Rosito.
Las economías emergentes ya tienen acuerdos entre sí para usar sus propias monedas en el comercio y quieren ampliar esta posibilidad a todos los miembros.
China, que ya realiza el 95 % de su comercio con Rusia en yuanes, tiene también acuerdos para negociar en monedas locales con Brasil, India, Sudáfrica, Indonesia, Arabia Saudí, Egipto y Etiopía.
Otra de las prioridades de la presidencia brasileña es diversificar los medios de pago y crear una herramienta semejante al Sistema de Pagos en Moneda Local (SML) del Mercosur, que permite a los socios de este bloque negociar en sus propias monedas.
China, la mayor economía del grupo, es importador de materias primas y exportador de manufacturas y tecnología.
India, con su pujante industria farmacéutica y de servicios, también se ha consolidado como un socio clave, mientras que Brasil, Sudáfrica y Rusia aportan recursos naturales, productos agrícolas, minerales y energía.
Egipto, Etiopía e Irán aportan posiciones geoestratégicas clave, especialmente en el acceso al canal de Suez, al Cuerno de África y al estrecho de Ormuz, así como un creciente mercado de consumo.
Esas ventajas ayudaron a reducir la dependencia de estos países respecto a los mercados tradicionales.
El comercio entre los cinco fundadores de los BRICS saltó un 215 % en cinco años, hasta sumar el billón de dólares en 2021, impulsado principalmente por los intercambios de China con India, Rusia y Brasil.
Para países como Irán, Brasil, Indonesia y Etiopía, los BRICS pasaron a ser socios comerciales más importantes que Estados Unidos y la UE.
Por ejemplo, Irán destina el 43 % de sus exportaciones a socios de los BRICS, de los que provienen el 62 % de sus importaciones, mientras que para Brasil, los BRICS responden por el 37,7 % de sus exportaciones y el 31,9 % de sus importaciones.
Incluso el menos dependiente, China, segunda mayor economía del mundo, destina el 12 % de sus exportaciones a los BRICS, de donde proviene el 21,1 % de sus compras.
EFE