Antioquia, Colombia, 12 julio de 2025.- Un crimen de extrema violencia sacudió al municipio de Bello, en el norte del Valle de Aburrá, luego de que las autoridades hallaran el cuerpo sin vida de un hombre, con signos claros de tortura y múltiples heridas con arma cortopunzante, en una zona boscosa del sector Cerro Quitasol, zona rural del barrio Mirador, hacia la vereda Laguna Quitasol.
El hallazgo se produjo a las 8:46 p.m. del viernes 11 de julio, mientras unidades de la Policía Nacional realizaban operativos de control y vigilancia en la zona. La alerta fue recibida a través de una llamada a la línea de emergencias 123, que reportaba la presencia de un cadáver en zona enmontada del cerro, subiendo por los rieles del barrio Mirador.
Un homicidio brutal y sin identificar
Los uniformados se desplazaron inmediatamente al lugar indicado, donde encontraron el cuerpo tendido boca arriba, sin signos vitales, y con vestimenta compuesta por camiseta negra, jeans azul y sandalias tipo crocs color azul oscuro. La víctima no portaba documentos, por lo que fue registrada como Cuerpo No Identificado (CNI).
Según el informe preliminar de los forenses, el cuerpo presentaba un total de 19 heridas producidas por arma cortopunzante: una profunda cortadura en el cuello de aproximadamente 25 centímetros, y 18 heridas más distribuidas entre el tórax y el abdomen, lo que evidencia un ataque con sevicia.
Investigación en curso y silencio institucional
Las autoridades aún no han entregado detalles sobre posibles responsables ni las circunstancias en las que se habría cometido el crimen. Tampoco se han revelado hipótesis sobre los móviles del asesinato, aunque se presume que el cuerpo fue abandonado allí tras haber sido torturado.
El cadáver fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal en Medellín para su plena identificación y autopsia forense. La SIJIN, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, asumió la investigación.
Contexto de violencia en Bello y el Valle de Aburrá
Este homicidio se suma a una serie de hechos violentos recientes que han encendido las alarmas en zonas periféricas de Medellín y otros municipios del Valle de Aburrá. En localidades como Medellín, Bello y Copacabana, donde convergen dinámicas urbanas y rurales, se han registrado varios asesinatos con características similares, lo que ha generado creciente preocupación entre habitantes, líderes sociales y organizaciones defensoras de derechos humanos.
A pesar de la gravedad de este caso —y de otros que comparten patrones de sevicia y abandono—, hasta el momento no ha habido pronunciamientos oficiales por parte de la institucionalidad, en especial de la Gobernación de Antioquia, lo que agudiza el malestar ciudadano.
Se espera que las autoridades se pronuncien sobre lo ocurrido en Cerro Quitasol; sin embargo, el persistente silencio institucional refuerza la percepción de que existe un patrón de omisión o indiferencia frente a la expansión de la violencia en zonas rurales y urbanas del departamento.
A.U.