Miami (EE.UU.), 16 de julio de 2025.- El gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, afirmó este miércoles que no abrirán otro centro de detención para migrantes hasta que ‘Alligator Alcatraz’ esté a plena capacidad, retractándose así de unas declaraciones previas en las que aseguró que otro centro migratorio estaba en marcha.
«Estoy dispuesto a erigir (el centro de detención) Blanding una vez ‘Alligator Alcatraz’ esté lleno», dijo hoy el gobernador republicano durante una rueda de prensa en la ciudad de Tampa, asegurando que no quiere tener dos centros funcionando a la mitad de su capacidad.
‘Alligator Alcatraz’ recibió a los primeros migrantes el pasado 2 de julio, y antes de esa fecha, DeSantis había anunciado que Florida construiría otro centro de detención migratorio en Camp Blanding, un sitio de entrenamiento de la Guardia Nacional en el norte del estado.
Sin embargo, el gobernador precisó hoy que todavía no han llenado las instalaciones del primer centro, que fue erigido en apenas una semana al oeste de Miami y que tiene esa misma capacidad.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) «ha comenzado a trasladar una cantidad significativa de personas» a ‘Alligator Alcatraz’, dijo DeSantis, antes de desvelar que «están comenzando a deportar gente desde allí».
Este centro, situado en medio de los humedales de los Everglades, un hábitat de caimanes y pitones, tiene capacidad para retener «entre 3.000 y 4.000 personas», de acuerdo con el republicano.
Durante la rueda de prensa, DeSantis también salió en defensa de las instalaciones de ‘Alligator Alcatraz’ que han sido cuestionadas por activistas y políticos locales por su aparente fragilidad ante potenciales huracanes, así como por el trato inhumano que viven los migrantes detenidos en ellas.
«Se mantienen todos los estándares mínimos», aseguró DeSantis.
Un grupo de legisladores demócratas federales y estatales de Florida denunciaron el pasado sábado que hay 750 migrantes en jaulas tras recorrer por primera vez el nuevo centro de detención, al que llamaron un «campo de internamiento».
Además, grupos ambientalistas cuestionan que la rapidez con la que se acometió la construcción del centro imposibilitó que se cumplieran los requisitos medioambientales, dado que fue levantado en un aeropuerto abandonado en la zona natural de los Everglades, de gran valor ecológico.
EFE