Kuala Lumpur, 17 de julio de 2025.- La Policía de Malasia detuvo a 20 hombres que se reunieron en una casa en el estado de Kelantan, fronterizo con Tailandia, por participar en lo que las autoridades denominaron una ‘fiesta gay’, en un país de mayoría musulmana que castiga hasta con 20 años de cárcel las relaciones homosexuales.

El jefe de la Policía de Kelantan, Yusoff Mamat, dijo este miércoles en una rueda de prensa que el caso se registró a mediados de junio, cuando un grupo de agentes recibió denuncias sobre una ‘fiesta gay’ que tuvo lugar en un bungaló y a la que cree que acudieron más de 100 hombres.

«A medida que avanzaba la noche, muchos invitados se marcharon. Alrededor de la una de la mañana entramos en la casa y solo quedaban unas 20 personas», dijo el jefe policial, que admitió que no descubrieron ninguna actividad sexual en el lugar.

No obstante, el hallazgo en el lugar de preservativos y medicamentos para la prevención del VIH son vistos por la Policía como «preparativos evidentes» para futuros encuentros sexuales entre personas del mismo sexo, una práctica que el Gobierno considera contraria al islam.

«Fue difícil acusarlos, ya que no se podía aplicar ninguna ley al no haberse producido aún ningún acto sexual. Sin embargo, en los teléfonos de tres de las 20 personas, encontramos vídeos pornográficos gais», prosiguió.

Al final, solo tres fueron imputados, sin que se conozca todavía si los otros 17 detenidos fueron ya liberados. La Policía aclaró que todos los señalados tenían entre 20 y 30 años de edad y eran residentes de Kelantan.

«La Policía continuará monitoreando los movimientos de estos grupos, ya que nos preocupa que se estén volviendo más activos y audaces», añadió Yusoff Mamat, que llamó a los ciudadanos a denunciar cualquier información sobre la planificación o promoción de este tipo de eventos.

A finales de mayo, el Gobierno de Malasia urgió a la Policía a investigar la organización de un acto de celebración del Orgullo LGTBI, que estaba previsto para el mes de junio, al señalar que «desafía claramente las normas sociales y los valores religiosos que siguen la mayoría de los malasios».

Desde que asumió el cargo en 2022, el primer ministro, Anwar Ibrahim, quien pasó cerca de una década en prisión por acusaciones de sodomía y corrupción, que él niega, subrayó que su Gobierno no dará más derechos al colectivo de homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales e intersexuales.

Su postura contrasta con la apertura de países vecinos como Tailandia, donde en enero entró en vigor el matrimonio igualitario, marcando un avance del colectivo en un continente en el que solo Nepal y Taiwán también lo reconocen, y donde en algunos países esta comunidad sigue siendo perseguida y marginalizada.

EFE

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