Kinsasa, 11 agosto de 2025.– Once civiles murieron en un nuevo ataque perpetrado en el este de la República Democrática del Congo (RDC) por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), confirmó a EFE este lunes la sociedad civil, pese a las conversaciones de paz que se han desarrollado recientemente entre la milicia y el Gobierno congoleño.
Los rebeldes -que cuentan con el apoyo de la vecina Ruanda, según han confirmado la ONU y varios países- bombardearon con drones este domingo la aldea minera de Lwashunga, en la provincia de Kivu del Sur, detalló a EFE Jean Claude Nshobole Cizungu, presidente de la sociedad civil de la zona de Kaniola, donde se encuentra la localidad atacada.
«Efectivamente, hay muertos en Kaniola. Concretamente en la mina de oro de Lwashunga, que fue bombardeada por rebeldes del M23, que acusan a los mineros de connivencia con los wazalendo (patriotas, en suajili)», dijo Cizungu, en referencia a las milicias que apoyan al Ejército de la RDC en los combates.
Según el presidente de la sociedad civil local, los wazalendo expulsado previamente a los rebeldes del M23 de sus posiciones.
«El primer recuento fue de nueve civiles muertos y varios heridos, dos de los cuales acaban de sucumbir a sus heridas después de ingresar en el hospital», detalló Cizungu.
«Denunciamos este acto, porque estos asesinatos suceden mientras se están concretando las negociaciones» de paz, añadió.
EFE contactó al Gobierno de Kivu del Sur, pero las autoridades señalaron que compartirían detalles más tarde.
El bombardeo se produjo después de que las Naciones Unidas denunciaran el pasado miércoles que 319 personas fueron asesinadas por el M23 entre los pasados 9 y 21 de julio, incluyendo al menos 19 niños.
Asimismo, el Ejército congoleño informó el viernes de que el grupo rebelde mató a más de ochenta personas en dos ataques en las últimas semanas.
«Estos enemigos de la paz asesinan deliberadamente a civiles y reclutan por la fuerza a niños», subrayaron las Fuerzas Armadas en un comunicado.
El pasado día 7, el M23 aseguró que no había recibido una invitación para participar en una nueva ronda de las conversaciones de paz auspiciadas en Doha por las autoridades catarís, después de que la milicia firmara el 19 de julio una declaración de principios con el Gobierno de la RDC, tras tres meses de negociaciones.
El documento sentó las bases del proceso de paz y estableció los próximos pasos, entre los que se contaba la aplicación inmediata de sus disposiciones antes del 29 de julio y el inicio de las negociaciones del acuerdo definitivo antes del 8 de agosto, algo que parece que no sucedió finalmente.
El conflicto del M23 se intensificó a finales del pasado enero, cuando los rebeldes tomaron la estratégica ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, después de reanudar su actividad armada en noviembre de 2021.
Las citadas conversaciones en Doha se desarrollaron en paralelo a un diálogo auspiciado por Estados Unidos entre la RDC y Ruanda, que desembocó el pasado 27 de junio en la firma en Washington de un acuerdo de paz a nivel ministerial entre ambos países africanos.
El este de la RDC está sumido desde 1998 en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de la ONU en la RDC (Monusco).
EFE