Nairo Quintana (Movistar) y Egan Bernal (Ineos) pusieron a sonar la cumbia colombiana en la etapa 18 del Tour de Francia este jueves 25 de julio, gracias a la victoria del primero en la etapa reina del Tour de Francia y al ataque del segundo en el Galibier, que lo dejó segundo en la clasificación general (a 1’30» del líder).
En la edición que más en contra ha tenido Nairo supo filtrarse en la escapada del día, dejando a todos atrás y se metió de nuevo en la pelea por la general. Clasificación que sigue encabezando Julian Alaphilippe (Deceuninck), que a pesar de sufrir en la última ascensión mantuvo el amarillo gracias a un descenso vertiginoso.
Nairo logró así su tercera victoria en el Tour al imponerse en la primera jornada alpina de la 106 edición de la Grande Boucle. Esta es la crónica de la jornada.
Desde el primer metro hubo batalla. Salida loca, con ataques de todos los colores para organizar la fuga. Hasta 45 kilómetros de batalla tuvieron que recorrerse para que se adelantaran 34 ciclistas. Entre ellos, tres corredores del Movistar (Nairo Quintana, Andrey Amador y Carlos Verona), dos del Jumbo-Visma (Jansen y Teunissen) y un representante del Ineos (Dylan Van Baarle).
La buena puntería de Nairo para filtrarse ponía ya de inicio muy interesante la carrera porque el colombiano se encontraba en la general duodécimo, a 9’30’’ del amarillo de Alaphilippe.
A los pies del primer coloso de la jornada, el Col de Vars (9,3km, al 7,5% de media), el déficit del pelotón ascendía hasta los seis minutos y medio. En la cima, 7,39’’.
Aunque la brecha superó los ocho minutos y medio en las primeras rampas del Izoard, en el pelotón nadie se inquietaba. Los primeros en moverse, sorprendentemente, fueron los hombres del Movistar.
Movimiento extraño del Movistar en el Izoard
El ritmo de Marc Soler dejó tiritando a muchos, entre ellos Dan Martin o el lugarteniente de Thibaut Pinot en el Groupama-FDJ, David Gaudu. Ese acelerón, que dejó el pelotón en poco más de una docena de unidades, puso vibrante la etapa pero se disipó antes de llegar a la cima. Aun así, se redujeron las diferencias hasta los 5’10» al coronar el legendario puerto alpino.
El amago del equipo telefónico sin ataque final de Landa inquietó a todos, especialmente a sus rivales ya que por delante Nairo estaba rozando virtualmente el amarillo antes del movimiento y ahora se complicaba la aventura de los fugados.
Con los Ineos al frente, se encaminaba la etapa al temido Galibier (+5’30»). En su cima esperaban segundos de bonificación y 19 kilómetros de descenso hasta la meta.
Nairo azota a sus acompañantes en el Galibier
Otros días había mostrado debilidad pero el ataque que ha lanzado Nairo Quintana a siete kilómetros de la cima fue como aquellos que lanzaba en su día al mejor Froome. Dejó a todos sus compañeros de aventura espatarrados. Llegó a coronar con seis minutos de ventaja sobre un pelotón del que saltaba su compatriota Bernal. Colombia era una fiesta.
La táctica del Movistar al final funcionó y la del Ineos parecía que también iba a convertirse en exhibición cuando Geraint Thomas atacó en el último kilómetro de ascensión. El galés se fue por delante a por todas y por detrás solo acabó por alcanzarle Pinot. Esos cambios de ritmo hicieron que Alaphilippe cediera y el mosquetero tuvo que jugársela en el descenso.
Se la jugó, pero con mucha clase. Recuperó el terreno perdido y adelantó a todos sus rivales para seguir lanzado a por Bernal. Cedería respecto al colombiano del Ineos 32 segundos. Ahora aventaja a Bernal en 1’30» y a su compañero Thomas en 1’35».
Este viernes 26 de julio, otro maratón alpino
Este viernes se disputa la decimonovena etapa, la segunda del tríptico alpino, entre Saint Jean de Maurienne y Tignes, de sólo 126,5 kilómetros, pero con la ascensión a cinco puertos, entre ellos el Col de L’Iseran, de fuera de categoría, y Tignes, de primera, en los últimos 35 kilómetros de la jornada.
Tomado de RTVE
