El aeropuerto de Hong Kong reanudó operaciones horas después de que miles de manifestantes paralizaran temporalmente el centro y obstruyeran el acceso a la terminal principal
Las autoridades chinas informaron que arrestaron a cinco personas y que seis más terminaron hospitalizadas. Éstas mismas señalaron que dichas protestas «violan lo más básico de la ley, la moralidad y la humanidad».
En los últimos meses, las protestan han ido escalando desde millones de personas marchando en las calles, hasta grupos de manifestantes irrumpiendo en la sede del gobierno.
«Cometieron delitos violentos graves a la vista del público, cosa horripilante y escalofriante. Su conducta muestra su profundo desprecio por el imperio de la ley», anunció Xu Luying, vocera de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao.
En los disturbios del martes 13 de agosto, los manifestantes superaron en número a la seguridad del centro aeroportuario y usaron los carritos portaequipaje para hacer barricadas frente a los arcos de seguridad.
Este miércoles aún se observaban empleados limpiando grafitis en las pardes y manchas de los pisos. El aeropuerto anunció que las autoridades empezarían a revisar pases de abordar y pasaportes en la entrada de la sala de salidas a partir de las dos de la tarde del miércoles.
Llevar a cabo actividades ilegales en el aeropuerto conllevaría una pena mayor, incluyendo cadena perpetua.