Por medio de redes sociales, la Alcaldía de Medellín hizo toda una fiesta y una celebración porque, según ellos, nunca antes una administración había tenido 300 días con registro de cero homicidios. Se hicieron distintas promociones en redes sociales, pero esto parece ser más una algarabía promovida por la Alcaldía que una cifra que muestre que en Medellín la seguridad mejora.
Lo primero que hay que decir es que la cifra es cierta, pero no corresponde a 300 días seguidos sin homicidios. Lo que la Alcaldía quiere decir, de manera un poco maquillada, es que en toda la administración de Federico Gutiérrez han transcurrido 300 días sin que haya homicidios. Esto representa al tiempo desde que Gutiérrez asumió como alcalde, el primero de enero de 2016, hasta la actualidad.
Esta cifra, sin embargo, no representa tanto un indicativo de seguridad como una estadística recogida para subir la popularidad de la administración. Otras administraciones locales pasadas lo han tenido más difícil en cuanto a número de días sin homicidios en total, pero con índices de homicidios más bajos en el ponderado.
Así sucedió con la administración de Aníbal Gaviria, de 2011 a 2015, y la de Alonso Salazar, de 2008 a 2011. Estos periodos tuvieron 209 y 41 días sin homicidios respectivamente, y esto es mucho menos de lo que hoy alardea la Alcaldía de Medellín. No obstante, en dichas administraciones hubo una tasa de homicidios mucho menor a la que tenemos hoy en día si miramos las estadísticas.
Una realidad que oculta la celebración de la Alcaldía por los 300 días sin homicidios es que desde que Federico Gutiérrez es alcalde la tasa de homicidios ha aumentado. Aunque el número de homicidios es mucho menor al que teníamos al final del siglo pasado y comienzos de este, las cifras han subido en los últimos tres años.
2015 cerró con la cifra de 496 muertes violentas en la ciudad, para una tasa de homicidios de 20,1 por cada 100 mil habitantes. 2016 tuvo 534 homicidios y una tasa de 21,5; en 2017 hubo 582 homicidios y una tasa de 23,2; y en 2018 llegamos a 632 muertes violentas y una tasa de 25 por cada 100 mil habitantes.
Estas cifras demuestran una tendencia en aumento que contradice el jolgorio de la administración por mostrar los 300 días sin asesinatos. Esto demuestra que el conflicto urbano en Medellín aún existe y que la Alcaldía, a fin de cuentas, no ha logrado disminuir el número de muertos por año sino que más bien ha sucedido lo contrario.
Como hemos explicado en Análisis Urbano, el incremento reciente del número de homicidios tiene que ver con la “guerra fría” que se sostiene entre las líneas mayoritarias y minoritarias de La Oficina. El pacto del fusil que se anunció en 2013 ayudó a que las muertes bajaran en los años subsiguientes, y ahora se retomó el conflicto hasta mayo pasado, cuando se anunció otro cese al fuego.
Con todo, la celebración por los 300 días sin homicidios de Federico Gutiérrez parece ser más otra de sus ingeniosas estrategias de publicidad que la muestra de que la ciudad está en días más seguros. La seguridad de la ciudad, como casi siempre, está en manos de las facciones criminales.
