El teatro Calima de la ciudad colombiana de Cali subió el telón y en el escenario aparecieron este miércoles 17 mujeres entre los 9 y 80 años, todas ellas indígenas mapuches, para interpretar «Malen», un obra con la que el chileno Ricardo Curaqueo clama que haya fraternidad entre las mujeres.
En el escenario hubo un cruce de relatos que intentan construir una narración común con la que se intentó destruir la idea de que la danza solo es para cierta edad.
Es por ello que el director quiso mostrar que el cuerpo, independientemente de la edad, tiene modos diferentes de expresarse y todos son válidos.
«Desde el mundo indígena nosotros sabemos que la edad no es un problema pero en el mundo occidental existe y ‘Malen’ es ese relato» afirmó a Efe Curaqueo, quien participa en la cuarta Bienal Internacional de Danza de Cali.
Agregó que «en la obra los cuerpos desbordan los límites coloniales en los que se ha instalado el arte y la danza, queremos que el espectador vea que hablamos con un sentido universal desde Chile, concretamente desde Wallmapu».
El artista chileno explicó que «el nombre de la obra más bien se refiere a una edad en la vida de las mujeres, una edad en las que las adultas empiezan a transmitir a las más jóvenes, es el conocimiento de unas a otras».
En «Malen» no predomina la técnica, pues es el propio cuerpo el que expresa lo que quiere decir.
«Lo hermoso de esta obra para las que llevamos bailando mucho tiempo es que no hay técnica, no es un modelo a repetir», afirmó a Efe Constanza Díaz, una de las bailarinas.
ESCENOGRAFÍA MAPUCHE
Los elementos escénicos en general, tanto vestuario como escenografía, toman elementos de la estética tradicional mapuche.
En la escenografía bastó una superficie blanca donde los cuerpos se desenvuelven bajo la luz de los focos.
«En ningún caso quise hacer una representación folclórica de nuestra vida en comunidad, cosas muy sutiles desde el vestuario o desde el peinado (lo hacen)», apostilló el director.
HISTORIA MAPUCHE
Para Curaqueo, es importante que un festival de la importancia de la Bienal Internacional de Cali haya contado con ellos en su programación porque les permite contar todo lo que han vivido como mapuches.
«Es muy importante contar con la presencia de todo lo que viene detrás de nosotros para contar la lucha que viene desde hace 500 años como pueblo mapuche», añadió el chileno, quien lleva los últimos cinco años intentando relacionar sus historias con los mapuches y piensa que con este tema se queda el resto de su vida, «ya que es la única posibilidad que le interesa».
Al finalizar la actuación, los componentes lanzaron un mensaje de apoyo en el que se recalcó la voz del pueblo chileno y un «basta ya» al Estado por los disturbios que ocurren en el país.
También sacaron una bandera que decía «Nueva Constitución para Chile» y en el que condenan el Gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Curaqueo es bailarín, docente y coreógrafo profesional. Ha desarrollado obras que vinculan el cuerpo y la memoria indígena y actualmente investiga para la crear un nuevo trabajo que titulará «Weichafe» y se estrenará en 2019.
EFE