Alrededor de 50 sindicatos de El Salvador, aglutinados en el movimiento «No + AFP», insistieron este jueves en la creación de una entidad autónoma y pública en el país centroamericano para la administración de los fondos de las pensiones de los trabajadores estatales y privados.
Los sindicalistas de los sectores de justicia, salud, educación y seguridad realizaron una manifestación que recorrió algunas de las principal calles de San Salvador y que concluyó en el Parque Libertad, donde los sindicalistas hicieron un llamado a los diputados para que «se derogue la Ley del Sistema de Ahorro de Pensiones», normativa que recientemente fue reformada.
La sindicalista Reina Sigarán dijo a Efe que la referida ley «debe ser derogada porque no fue elaborada para beneficiar al trabajador pobre, sino para respaldar el robo que las AFP hacen al administrar las pensiones».
«Queremos que desaparezcan las AFP (…) no queremos más AFP en El Salvador. La amenaza de recibir pensiones de hambre y miserables está ahí, por lo que la clase trabajadora organizada seguirá presionando para se dé al trabajador un dinero justo y digno a su retiro», manifestó.
Sigarán, secretaria general del Sindicato de Empleados Judiciales Salvadoreños (Sinejus), señaló que «es urgente crear un instituto autónomo de previsión social que sea administrado por los trabajadores».
«Si no son escuchadas nuestras demandas y no nos hacen participes para encontrar una solución, saldremos a la calle como ha pasado en Chile y en Ecuador», advirtió.
Por su parte, la sindicalista Ineth Portillo señaló a Efe que «la privatización de las pensiones ha generado pobreza y miseria para miles de trabajadores pasivos y riqueza para unos pocos».
«El trabajador pobre nunca saldrá de la pobreza porque durante su etapa laboral recibir un sueldo mínimo (300 dólares) de miseria y al jubilarse tendrá una pensión de miseria y hombre», añadió.
Paralela a la marcha de sindicatos, veteranos de la guerra civil (1980-1992) realizaron una manifestación para exigir mejoras a sus pensiones.
En abril de 2017 el Gobierno de El Salvador cayó en el impago de la deuda con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) por la falta de acuerdos entre el oficialismo de ese momento, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), y la oposición para emitir bonos y saldar el pago.
Para saldar el impago, la Asamblea Legislativa modificó el sistema de pensiones e incrementó la cotización de los trabajadores en dos puntos porcentuales del salario, con lo que pasó del 13 % al 15 %.
De ese total (15 %), solamente un poco más de la mitad de lo ahorrado (el 8,1 %) va para la cuenta del trabajador, un 5 % pasa al fondo solidario y un 1,9 % va para el pago de las AFP por administrarlo.
Esto significa que a la persona que gana el salario mínimo (300 dólares) se le descuentan mensualmente de AFP 21,75 dólares; su empleador paga 23,25 dólares y en total suman 45 dólares. De eso, 24,3 dólares van para la cuenta individual, 15 dólares para el fondo solidario y 5,7 dólares para la AFP.
La edad de jubilación para las mujeres se mantuvo de 55 años y para los hombres de 60 años.
EFE.