Los cancilleres de Cuba, Bruno Rodríguez, y de México, Marcelo Ebrard, se reunieron este sábado en La Habana como un primer paso para relanzar los «históricos» lazos bilaterales y abrir una nueva etapa «mejor y más amplia» en la cooperación entre ambos países.
Rodríguez recibió a Ebrard en la sede del Ministerio de Exteriores de la isla, tres semanas después de la visita oficial del presidente cubano Miguel Díaz-Canel a México, en la que acordó con su homólogo Andrés Manuel López Obrador un nuevo programa de colaboración a corto y mediano plazo.
Estamos aquí para «iniciar una etapa mejor y más amplia en las relaciones de los dos países. (…) El propósito de esta visita es que podamos traducir esa cercanía y afecto entre ambos pueblos en acciones de cooperación que nos permitan ofrecer resultados positivos en los próximos meses y años», señaló Ebrard.
El ministro de Exteriores mexicano explicó que esta es «una primera conversación en esa dirección» y adelantó que «habrá muchos trabajos posteriores» y «seguro buenas noticias para nuestros pueblos».
«Cuba siempre ha sido y seguirá siendo para México un país extremadamente cercano, no solo en geografía, sino en cultura y en valores», subrayó Ebrard, hombre de confianza de López Obrador, que desde que llegó al poder no ha realizado ninguna visita de Estado al extranjero y ha delegado esa responsabilidad en su canciller.
Por su parte, el ministro cubano destacó «la relación especial y de confianza que existe México y Cuba» y reiteró la voluntad de reforzar vínculos en todos los ámbitos «desde el cultural, académico, científico, económico, comercial, de cooperación y político».
Recordó que México es el segundo socio comercial de Cuba en la región y el sexto en el mundo, además de ser el primer emisor de turistas a la isla en la zona y el octavo a nivel internacional.
«Cuba jamás olvidará que México fue el único país que no rompió relaciones diplomáticas con Cuba en aquel momento de intento de aislamiento (cuando Estados Unidos estableció el embargo en 1962)», insistió Rodríguez, quien agradeció a la nación centroamericana el reciente voto en contra del «bloqueo» en Naciones Unidas.
Las relaciones entre Cuba y México se han estrechado desde que López Obrador, líder del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), asumiera la presidencia el 1 de diciembre de 2018.
Muy cercanas geográficamente -a Cancún y La Habana solo les separa una hora de vuelo-, ambas naciones han mantenido lazos diplomáticas ininterrumpidas desde 1903 aunque con altibajos.
Los presidentes mexicanos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) optaron por una política de no intervención con Cuba, pero la relación se volvió tensa durante el mandato del derechista Vicente Fox (2000-2006), quien tuvo un sonado y público encontronazo con el expresidente cubano Fidel Castro en una cumbre de la ONU realizada en México.
Con la llegada a la Presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y el regreso del PRI, las relaciones retornaron a la cordialidad y el mandatario mexicano viajó a Cuba en 2016 para participar en el funeral de Castro a quien definió como «referente emblemático del siglo XX».
EFE.