La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) denunció este fin de semana el asesinato de uno de sus miembros. Se trata de Diego Fernando Campo, un hombre de 31 años, que en las pasadas elecciones de octubre se presentó como candidato de este partido a la Asamblea departamental de Nariño.
De acuerdo con la Farc, Campo, quien militaba en el partido pero no combatió dentro de la guerrilla, fue asesinado en la tarde de este sábado 9 de noviembre, en el municipio de Corinto, en Cauca. Hombres armados le dispararon en cinco ocasiones en «hechos sin esclarecer».
«Exigimos a los organismos del Estado celeridad en la investigación y el esclarecimiento de este crimen que hoy enluta nuevamente a nuestro partido», señaló el movimiento.
Algunos de los integrantes del partido reprocharon los hechos y pidieron al Gobierno nacional que «paren el genocidio contra militantes de nuestro partido, firmantes de paz, líderes sociales e indígenas», así como garantías para el ejercicio de la política de quienes firmaron la paz.
#Urgente Diego Fernando Campo militante de nuestro partido y candidato a la asamblea de Nariño en las pasadas elecciones, fue asesinado el día de hoy. Para el gobierno somos un simple número. Exigimos garantías de vida reales, sin demagogia y celeridad en la investigación. pic.twitter.com/QJX88FF5x9
— Pablo Catatumbo (@PCatatumbo_FARC) November 10, 2019
Desde la firma del acuerdo de paz, se ha denunciado el asesinato de 170 exguerrilleros de las Farc. Por su parte, el Cauca ha sido escenario de una nueva disputa territorial entre guerrilleros del Eln, disidentes de las Farc y narcotraficantes por el control de cultivos ilícitos y salidas de droga por el Pacífico rumbo a Estados Unidos.
No hay garantías para el ejercicio de la política para las y los firmantes de la paz. Asesinaron a Diego Fernando Campo en Corinto, #Cauca, excandidato a la asamblea departamental de #Nariño. Que pare el genocidio. #ParoNacional21Nov pic.twitter.com/VXwfYenyWO
— FARC (@PartidoFARC) November 10, 2019
Desde finales de octubre se ha registrado un fuerte rebrote de violencia en esa zona, que ha segado la vida de al menos 18 personas, la mayoría indígenas, según la Defensoría del Pueblo (ombudsman).
Las autoridades atribuyen la mayoría de los crímenes a los disidentes, que actúan sin mando unificado y se dedican principalmente al tráfico de drogas. El presidente Iván Duque ordenó a principio de mes el despliegue de 2.500 militares de élite para combatir a los grupos armados que operan en el Cauca.
Aunque aliviada por el acuerdo con las Farc, Colombia aún vive un enfrentamiento entre guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcos, que en seis décadas ha dejado más de ocho millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados.
Tomado de El Espectador