El barco humanitario Ocean Viking, operado por Médicos sin Fronteras y SOS Méditerranée, ha rescatado a 215 migrantes en tres días frente a las costas libias y está navegando en dirección hacia el norte con intención de desembarcarlos en un puerto italiano o maltés.
En un comunicado publicado este viernes, SOS Méditerranée explicó que ha pedido a los centros de salvamento de esos dos países que le asignen un puerto, después de haber rechazado la propuesta de las autoridades libias, que le habían atribuido el de Trípoli.
«Hemos tenido que responder que no podíamos ir puesto que ningún puerto en Libia se considera ‘lugar seguro’ según el derecho internacional», justificó la ONG francesa.
El último de los rescates, de 90 personas, se produjo este jueves en aguas internacionales a 82 millas náuticas (152 kilómetros) de las costas libias.
El Ocean Viking estuvo buscando durante casi 24 horas una embarcación neumática que había salido de la localidad libia de Khoms el martes, y para la que se había emitido una alerta.
El coordinador de las operaciones en el navío humanitario, Nicholas Romaniuk, subrayó que «casi todas las personas a bordo de esta embarcación habrían muerto si el Ocean Viking no hubiera estado en la zona o si no hubiera tenido capacidad para socorrerlos».
Para Romaniuk, la situación actual en el Mediterráneo central es la peor de los últimos años porque no hay coordinación y percibe «un menosprecio total por las personas que huyen de Libia en barco y que corren el riesgo de perder la vida así».
A ese respecto, señaló que en las redes sociales ha corrido la información de que estos últimos días naufragó una embarcación y que «numerosas personas» murieron.
EFE.