La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile anunció este viernes la suspensión de la vigésima sexta jornada del campeonato local por no haber contingencia policial suficiente para garantizar la seguridad, en el marco de las protestas sociales que se dan en el país.
El organismo tomó la decisión después de recibir de parte de las autoridades y del Ministerio de Interior la comunicación de que «no hay disponibilidad de contingentes policiales necesarios para garantizar el resguardo del orden y la seguridad pública en los alrededores de los estadios».
«Por este motivo se suspende el resto de la duodécima fecha de la segunda rueda de la Primera División, la vigésimo novena de la Primera B y los partidos de la octava jornada de las liguillas de Segunda División», expresó la ANFP en un comunicado.
La resolución llega después de que en la mañana de este viernes la ANFP suspendiera en el minuto 67 el partido entre el Unión La Calera y el Deportes Iquique, que era el primer partido de la vigésima sexta jornada del torneo chileno y marcaba el regreso del fútbol después de más de un mes de parón obligado por el estallido social.
«El resguardo de todos los actores del fútbol ha sido la prioridad de la ANFP desde el 18 de octubre pasado. No podemos aceptar que la violencia domine al fútbol. Como lo hemos reiterado, nuestro deporte no rivaliza con las demandas sociales ni con el momento que vive el país», concluye el escrito del organismo.
Ya antes de este comunicado, algunos planteles de jugadores, como los del Colo Colo y Coquimbo Unido habían manifestado su decisión de no presentarse al duelo que debían disputar este sábado.
«Era muy peligroso jugar. No tenemos que llegar a esto. Es lamentable. Que tomen conciencia la ANFP, los clubes y nosotros», afirmó el jugador de Colo Colo Esteban Paredes, según recogió el medio local Emol.
Respecto a los acontecimientos que llevaron a la suspensión del partido de esta mañana, varias decenas de miembros de la barra brava del Colo Colo se citaron frente al Estadio Monumental, en el barrio capitalino de Macul, para protestar contra la reanudación del torneo mientras se mantiene la agitación social.
Después se dirigieron en tres autobuses hasta el estadio de La Florida, donde se disputaba el primer choque de la jornada, y lograron ingresar al recinto, pese a que agentes antidisturbios de la Policía trataron de evitarlo.
La ministra portavoz del Gobierno, Karla Rubilar, dijo en una entrevista con la emisora local Radio Cooperativa que hay «sectores muy duros de barras bravas, no de hinchas de fútbol, relacionadas con el narcotráfico y la delincuencia más dura» que se está dando en el país y que protagoniza disturbios, incendios y saqueos.
EFE