Al menos diez soldados del Ejército Nacional Afgano (ANA) murieron y otros cuatro resultaron heridos este sábado en un ataque talibán contra un puesto militar en la provincia de Helmand, en el suroeste del país.
Los talibanes «hicieron explotar un puesto de control del Ejército nacional en el distrito de Sangin, en el que murieron diez soldados y otros cuatro resultaron heridos», dijo el cuerpo 215 Maiwand, con base en Helmand, en un comunicado.
Según la fuente, el puesto de control fue en primer lugar destruido con explosivos, tras lo que un grupo de hombres armados asaltó el lugar y se enfrentó a los supervivientes de la detonación.
En total había 18 soldados destinados en el punto de control, cuatro de los cuales salieron indemnes tras el enfrentamiento.
Un portavoz taliban, Qari Yusuf Ahmadi, reivindicó el ataque en un corto comunicado.
«Esta mañana en el distrito de Sangin en Helmand, se llevó a cabo una explosión táctica contra una base del enemigo, seguida de un ataque armado en el que la base fue invadida y murieron 26 soldados», indicó Ahmadi.
Pocas horas después del ataque, el departamento de comunicación del Ejército en Helmand informó de que tres de los principales autores del ataque murieron en un bombardeo de las fuerzas afganas en ese mismo distrito hacia el mediodía.
Helmand es una de las provincias más inseguras del país y es considerado como uno de los bastiones de los talibanes, que controlan nueve de los catorce distritos.
El suceso tiene lugar en medio de las conversaciones entre el equipo político de los talibanes y una delegación de Washington que se llevan a cabo en Doha, capital de Catar.
Los equipos volvieron a la mesa el pasado 7 de diciembre después de una abrupta interrupción de tres meses decidida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras un ataque reivindicado por los talibanes en Kabul en el que murió un soldado de ese país.
Las negociaciones tienen como punto central la retirada de las tropas estadounidenses y un aumento de las garantías de seguridad por parte de los insurgentes.
EFE