El Gobierno brasileño dijo que la reinauguración este miércoles de la base con la que cuenta en la Antártida tras el incendio que la destruyó hace casi ocho años deja claro su compromiso con las investigaciones relacionadas a los asuntos climáticos y ambientales.
El mensaje fue dado por el vicepresidente de Brasil, el general de la reserva Hamilton Mourao, en el discurso que pronunció durante la ceremonia de inauguración de las nuevas instalaciones de la «Estación Antártica Comandante Ferraz», en la que también participaron los ministros de Infraestructura, Tarcísio de Freitas; Defensa, Fernando Azevedo; y de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes.
«Las nuevas instalaciones caracterizan el compromiso del Gobierno brasileño con los asuntos científicos relacionados a los cambios climáticos y al medio ambiente», afirmó Mourao en un pronunciamiento ante decenas de funcionarios, militares y científicos que acudieron hasta la Antártida para la ceremonia.
Según Mourao, los esfuerzos y las inversiones hechas por Brasil para reconstruir su base muestran el compromiso del país en hacer presencia y ciencia en el continente blanco.
El vicepresidente se refirió al compromiso brasileño de investigar los cambios climáticos un mes después de que Brasil fuera blanco de duras críticas de varios gobiernos por sus maniobras para dificultar avances en la Conferencia del Clima de Madrid.
El Gobierno del gigante sudamericano también ha sido cuestionado por su supuesta omisión en la prevención y el combate a los incendios que destruyeron miles de hectáreas en la Amazonía en agosto y septiembre pasado y por otras amenazas ambientales.
«La presencia de Brasil en la Antártida demandó muchos trabajos, recursos y sacrificios… que ellos inspiren la continuidad de los trabajos de nuevos investigadores que contribuyan al desarrollo del país», afirmó el general de la reserva.
Mourao destacó que la reconstrucción supuso una ampliación y modernización de la base, que ahora cuenta con 17 laboratorios de investigación, «cuyo formato despierta la admiración del mundo», con las condiciones necesarias para el trabajo de los cerca de 150 investigadores de 2 instituciones científicas y 13 universidades brasileñas con proyectos en la Antártida.
Afirmó que Brasil no sólo tendrá mejores condiciones para desarrollar investigaciones en la región sino también para aumentar su participación en la gestión del sistema del Tratado Antártico.
La reconstrucción de la base y la ampliación de los trabajos, dijo, «garantizan la participación de Brasil en las reuniones de los países que forman parte del Tratado Antártico y en las deliberaciones sobre el futuro de la región».
La Estación Antártica Comandante Ferraz, situada en la isla del Rey Jorge y fundada en 1984, fue arrasada por un incendio de grandes proporciones en febrero de 2012, en el que murieron dos militares y se quemaron el 70 % de sus instalaciones.
Casi ocho años después y con una inversión de cerca de 100 millones de dólares por parte del Gobierno de Brasil, la nueva base tiene un área de 4.500 metros cuadrados, casi el doble de la superficie que ocupaba la antigua.
Además de los 17 laboratorios, la instalación cuenta con una zona de alojamiento con capacidad para 64 personas y varios de los equipamientos más avanzados del mundo para el desarrollo de investigaciones científicas.
Fue diseñada por un grupo de arquitectos brasileños y construida por la empresa estatal china Ceiec, que se adjudicó el proyecto en un concurso público.
Brasil ha desarrollado en las últimas cuatro décadas en la Antártida estudios en las áreas de biología, oceanografía, meteorología y antropología del lugar, entre otros asuntos, como la evolución del cambio climático.
Brasil es uno de los 29 países que poseen una estación científica en la Antártica.
EFE
