Los abogados de Mauricio Parra, señalado de asesinar a Jhonny Orjuela, arremetieron contra la Fiscalía por tener como testigo principal de la investigación a Fernando Bahamón, quien ya se ha demostrado que le ha mentido a la justicia. Con sus declaraciones fue que se estructuró el caso.
La muerte de Jhony Alonso Orjuela, el socio mayoritario de Surtifruver que fue asesinado el 20 de octubre de 2016, la rodean más dudas que certezas. La investigación de la Fiscalía señala como responsables a Mauricio Parra, su socio en un cultivo de arándanos; a la exesposa de Orejuela, Cecilia Rueda, quien fue también pareja de Parra, y al hijo de la víctima, Juan David Orjuela, a quien acusan de dispararle a su propio padre y hoy está prófugo. En sus inicios, la hipótesis del caso era que se trataba de un homicidio ordenado por alias el Paisa. Sin embargo, el mismo testigo que en un principio habló de la relación del caso con las Farc, fue el mismo que planteó que todo se trató de una pelea personal entre Mauricio Parra y Jhony Orjuela por el control de Surtifruver.
El testigo que le dio forma a este caso se llama Fernando Bahamón Céspedes, un hombre sobre el cual pesan más de 30 denuncias desde hace 14 años en la Fiscalía por delitos como falso testimonio, actos sexuales con menor de 14 años, extorsión, amenazas, secuestro extorsivo, estafa, rebelión, falsa denuncia, falsedad material e ideológica en documento público, lesiones personales y violencia intrafamiliar. El mismo que ha sido condenado por extorsión y abuso sexual, y que dijo ser miembro de las Farc para someterse a la Ley de Justicia y Paz. Y a pesar de que el CTI, la Policía y la Corte Suprema de Justicia lo han desacreditado por mentiroso –al punto que han dudado de que realmente haya sido guerrillero– para la Fiscalía sigue siendo un testigo creíble.
Fernando Bahamón pasó sus últimos 10 años en despachos judiciales luego de acogerse a Justicia y Paz. Entre el 22 de febrero y el 30 de agosto de 2013 dio ocho versiones libres. Su reaparición se dio en enero de 2016, cuando empezó a señalar a familias del Huila de ser testaferros de las Farc. Estuvo desaparecido, pero luego de que ratificaran el 8 de mayo de 2017 una condena de extinción de dominio contra el narcotraficante y socio de las Farc Julio Rodríguez Lomelín, el testigo Fernando Bahamón fue nuevamente contactado por la Fiscalía. La razón fue que en la sentencia contra los bienes de Lomelín se compulsaron copias para indagar a quienes aparecían mencionados en el fallo, entre ellos Mauricio Parra. La compulsa fue notificada el 13 de junio de 2017.
Sin embargo, desde días atrás, la Fiscalía ya había comenzado sus indagaciones. El 18 de mayo de 2017 un investigador del CTI, al parecer sin orden judicial, sin una noticia criminal abierta, le tomó una entrevista a Fernando Bahamón y le preguntó directamente sobre Mauricio Parra. Bahamón solo señaló que conocía a Parra desde el año 95 –época en la que estuvo preso– y que era un hombre que trabajó para las Farc llevando remesas y en temas de tráfico de combustible. Nada dijo del caso Surtifruver, ni de que Parra era testaferro de la guerrilla. Pero un mes después, en calidad de fuente anónima, entregó más información y nuevos detalles del homicidio de Jhonny Orjuela. Fue identificado bajo el seudónimo de Egipto12 y por primera vez indicó que Parra era el responsable de la muerte de Orjuela.
En esa declaración también dijo que Parra era testaferro del bloque Sur de las Farc y que era un hombre cercano a alias el Paisa. Fue ahí que nació la hipótesis de que la muerte del socio de Surtifruver fue ordenada por el Paisa, porque quería apropiarse del negocio para exportar droga camuflada en frutas. Y agregó en ese entonces que en un encuentro que tuvo en septiembre de 2016, en el centro comercial Iserra 100, con Mauricio Parra, este le comentó que iba a asesinar a Orejuela bajo engaños a través de una “mujer paisa”, que supuestamente fue quien lo citó al lugar donde fue asesinado. Seis días después de esa declaración, el 21 de junio de 2017, Bahamón nuevamente habló con la Fiscalía, pero esta vez lo hizo sin ocultarse y en un proceso de extinción de dominio.
En esa ocasión, Fernando Bahamón repitió el guión de su paso por las Farc y solo habló de los supuestos negocios de Mauricio Parra con la guerrilla. Nada del caso Surtifruver. Sobre el homicidio de Orjuela volvió a testificar como fuente anónima el 14 de julio de 2017. En esta cuarta oportunidad pareció recordar más detalles del homicidio y mencionó que la exesposa de Orjuela, Cecilia Rueda, fue parte del entramado por la relación amorosa que tenía con Parra. Y agregó que el hijo de ella, Juan David Orjuela, fue quien disparó contra su padre luego de que Parra lo convenciera. Además, en ese testimonio dijo, por primera vez, que Mauricio Parra le propuso asesinar a su socio. Sin embargo, no habló de dinero y hasta comentó que la mujer con la que vio a Parra en Iserra 100 se le parecía a una de sus hijas.
El 24 de julio de 2017 fue la primera vez que Fernando Bahamón declaró con nombre propio sobre el caso Surtifruver. Remembró todo lo dicho anteriormente y agregó un par de cosas: que Mauricio Parra era jefe de oficinas de cobro y que en ese encuentro en el centro comercial le ofreció $20 millones por matar a Jhonny Orjuela. Para ese entonces, según comentó Mauricio Parra, Fernando Bahamón ya lo había intentando contactar desde el 4 de julio de 2017 a través de las redes sociales de sus hijas con el fin de extorsionarlo para no hablar en su contra en la Fiscalía. Bahamón declaró por quinta vez el 25 de agosto de ese año. Lo hizo en el proceso de extinción de dominio. Y la última vez que testificó por el homicidio de Orjuela fue el 1° de septiembre, el mismo día que Mauricio Parra lo denunció por extorsión.
Mauricio Parra fue capturado un día después, el 2 de septiembre de 2017, por un caso de lavado de activos, en el que Bahamón lo señaló como testaferro de las Farc. Días después le imputaron cargos por el homicidio de Jhonny Orjuela y lo vincularon al asesinato de Gerardo Ochoa, un abogado de Pitalito (Huila). Y el 13 de septiembre, luego de que le embargaran sus bienes, la Fiscalía presentó a Mauricio Parra como uno de los grandes testaferros de las Farc y como el responsable de la muerte del dueño de Surtifruver. La principal prueba en su contra: las declaraciones de Fernando Bahamón. Hoy la hipótesis de la Fiscalía, lejos de lo que se dijo en un principio de la relación con el Paisa, está soportada en que Mauricio Parra decidió asesinar a Orejuela por un problema que tuvieron con un cultivo de arándanos.
La defensa de Mauricio Parra solicitó su libertad a finales del año pasado. Su argumento principal es que se trata de un caso construido con las mentiras de Bahamón, quien además habría extorsionado a Parra. Además, criticaron que el ente investigador compró la tesis que planteó Bahamón sin investigar otras aristas, como que Orjuela fue asesinado con tres tiros -en la cabeza, el corazón y los genitales- por una relación que sostenía con la mujer de un esmeraldero. La decisión la tomará un juez el próximo 17 de enero, luego de que los abogados de Parra –acompañados por los de Cecilia Rueda– denunciaran que la Fiscalía les había ocultado pruebas, como una declaración de César Sierra, socio en un nttegocio inmobiliario de Mauricio Parra.
Tomado de El Espectador